Va por vosotras…

… Las que lo habéis elegido libre y voluntariamente, y por las que no tuvieron opción de elección. Por que, tanto unas como otras, habéis demostrado ser las trabajadoras más profesionales y dedicadas del mundo.

Por que nadie como vosotras sabe administrar mejor la economía de su empresa, porque sabéis tomar decisiones firmes en momentos difíciles y a la vez tener “manga ancha”, porque sois creativas, porque sois justas, porque sabéis negociar con éxito, porque no tenéis horario y estáis siempre alerta. Porque sois excelentes compañeras y sabéis trabajar en equipo, ayudar, apoyar y escuchar. Porque ese master en psicología que, todos sabemos que tenéis pero que, nunca enseñáis porque sois humildes y no os gusta presumir de méritos. Porque tanto si la decisión fue voluntaria como si fue por imposición habéis decidido hacer bien vuestra labor y habéis trabajado duro hasta conseguirlo. Pero sobre todo porque, a pesar de todo, no lo habéis hecho por dinero sino por amor.

Va por vosotras que habéis trabajado y luchado duro para formar médicos, abogados, maestros, modistas, sastres, fontaneros, azafatas, camareros, cocineros, jardineros… Habéis puesto lo mejor de vuestras vidas y vuestros corazones para producir hombres y mujeres de bien. Va por vosotras que, a pesar de que hay quien intenta desprestigiar vuestra labor llamándoos despectivamente “Marujas”, seguís día a día a pie de cañón.

Desde mi corazón de hija dedico esta entrada hoy, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a las mejores trabajadoras que jamás conoceré: Las madres. Madres que, independientemente del país del que proceden, de la religión que profesan, de su ideología política, defienden todas una misma máxima: el amor incondicional por sus familias.

Soy quien soy y como soy gracias a una de vosotras. Le debo a esa mujeruca de Cantabria y a su marido, (no se me vaya a enfadar) tener una vida plena y feliz. No sé si algún día les podré saldar aunque sea una mínima parte de la deuda.

Un aplauso respetuoso por vuestro trabajo, mamás del mundo.

Foto: Antigua cocina de una posesión mallorquina. La Granja de Esporles.