lunes, 29 de septiembre de 2008

Los formidables Kalandrian ( y II).

Dicen que "para muestra, un botón", yo he escogido dos.
El primero es el que corresponde a lo que muy bien define la contraportada, gamberra, cínica y disparatada (aunque esto último no lo tengo yo muy claro, la verdad).

“Lubo kalandrian, el célebre y muy prestigioso catedrático en psicología por la universidad de La Sorbona, inició en 1932 un exhaustivo estudio sobre el cuento de Caperucita, titulado El mito de Caperucita o la implicación del inconsciente colectivo en el entorno inmediato.

Estableció las siguientes conclusiones (se citan párrafos textualmente):

… Porque una señora que en lugar de acoger a la abuela enferma en su domicilio se limita a vestir a su propia hija de corta edad con una caperuza colorada y enviarla a través de un bosque habitado por lobos con una cesta de la merienda notablemente pesada es, como poco, una madre extraña. Incluso para un cuento.”


El segundo botón, es una parte que, por causas que no vienen al caso, me emocionó especialmente hasta el punto de que me obligó a interrumpir la lectura hasta el día siguiente.


“Cuando Hiro sintió que sus ojos se humedecían apartó la mirada de los crisantemos y depositó sus pinceles en un cuenco de porcelana, procurando no hacer ruido. Después cerró los párpados para percibir el origen de su tristeza, manteniendo la cabeza alzada.

Tardó apenas unos instantes en darse cuenta de que en aquel momento Allegra estaba dormida, razón por la cual su melancolía se había evadido de su férreo corazón y había impregnado la humedad ambiental, excepcionalmente elevada para aquella época del año.

Hiro se levantó pesadamente e inició el descenso por la estrecha escalera, separando mucho los pies para no quebrar los tablones de madera. Entró en la habitación de Allegra sin llamar a la puerta, se arrodilló junto a su cama y empezó a acariciarle el cabello. Allegra estaba llorando en sueños, y no se sorprendió al despertarse y sentir la suave y afable mano de Hiro posada en su frente.

“También he soñado que me acariciabas”, murmuró adormecida aún.”


Los formidables Kalandrian - Jorge Berenguer Barrera.

No puedo evitar alegrarme sin control ni objetividad alguna cuando a mis amigos les sonríe la vida. Me entran unas ganas terribles de salir a la calle y decir a todo el mundo “mirad, ahí va X, con un par”. Y en esas estoy ahora que no sé cómo me aguanto las ganas de coger un avión e ir a la ciudad de Jorge y gritar “¡Eh! Miren a Jorge, es la leche el tío”.

Si a mi me hubiesen publicado un libro no estaría tan eufórica. Cada vez que miro “Los formidables Kalandrian”, situado en un lugar privilegiado de mi librería se me pone cara de tonta… pero tonta de cursillo intensivo.

“Los formidables Kalandrian” fue finalista del I Premio Que Leer Volskwagen y, si no me equivoco, la única publicada por una editorial de peso, Lengua de Trapo. Por algo será, digo yo.

No se crean, la novelita, al igual que su otra obra “El ángel sin cielo”, se hizo de rogar antes de llegar a mis manos (creo que esto ya se está haciendo costumbre), todo el mundo la tenía, la habían leído, algunos hasta la habían comentado… y la pobre yo esperando con los dientes largos. Pero, como dice el refrán, “nunca es tarde si la dicha es buena”. En este caso la dicha ha sido mucho más que buena.

La contraportada del libro le define como gamberra, disparatada, cínica y cargada de humor negro. Totalmente de acuerdo. Desde luego al autor no le falta ni imaginación ni cachondeo. Pero lo que no dice la contraportada, es que lo que le sobra al autor es humanidad, sensibilidad y ternura. De esto tiene para dar a manos llenas.

La familia Kalandrian no toma la vida a pequeños sorbos, se la bebe entera de un trago y sin respirar. Seres superdotados en constante adaptación y mimetismo. Seres muy peculiares que se hacen entrañables y nos conquistan en cada página. Lo mismo sucede con el resto de personajes que forman parte de la historia de la familia Kalandrian, son magníficos.

Ya sé que he empezado diciendo que con el éxito de mis amigos no soy en absoluto objetiva (además es que no me da la gana serlo), pero háganme caso y lean “Los formidables Kalandrian”. Tengo el sexto sentido femenino muy agudizado y les puedo asegurar que no se arrepentirán, van a disfrutar como niños pequeños el día de Reyes.

¡Bravo Jorge! Te deseo un gran éxito.
.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Vivir como las flores.


- Maestro ¿qué debo de hacer para no molestarme? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes, algunas son indiferentes, siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con las que calumnian.

- Pues vive como las flores, advirtió el maestro.

- ¿Cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores, continuó el maestro señalando unos Lirios que crecía en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, si embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues la virtud de rechazar todo el mal que viene desde fuera y perfuma la vida de los demás haciendo bien.

Eso es vivir como las flores.
.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Espejos - Eduardo Galeano


La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola. Tenía manos, pero no tenía a quien tocar. Tenía boca, pero no tenía con quien hablar. La vida era una, y siendo una era ninguna.
Entonces el deseo disparó su arco. Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y la vida fue dos.
Los dos se encontraron y se rieron. Les daba risa verse, y tocarse también.
.
Foto: El beso - Klimt
.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El cartel de Dalt Murada.

A veces me pregunto si además de placer, lo mío con la lectura no tiene también algo de adicción, digo esto, porque a veces cuando voy caminando, aunque lleve prisa, acabo parándome ante algún cartel simplemente para leer lo que pone.

La mayoría de las veces son anuncios, publicidad, nada especial. Pero otras, sucede que me encuentro con cosas curiosas, o anecdóticas, o realmente bonitas como un cartel de cerámica que descubrí hace años cuando llegué a la isla y fui a pasear por Dalt Murada.

El domingo pasado paseando, por los alrededores de nuestra bellísima catedral, aproveché que tenía en el bolso mi cámara y me acerqué de nuevo hasta él para hacerle una fotografía.

No sólo me gustó estéticamente sino también porque cuenta es parte de la historia de una de las familias artesanas del vidrio soplado en Mallorca.

.






sábado, 6 de septiembre de 2008

Libros y lectura en el refranero.

.
De todo inútil afán los libros te librarán.

Libro cerrado, maestro callado.

Libros, caminos y días dan sabiduría.

La buena lectura alegra la tristura.

La buena lectura distrae, enseña y cura.

Te cuadre o no te cuadre, prestar libros ni a tu padre.

Un buen libro es un tesoro, cada hoja un pan de oro.

El buen libro de las penas es alivio.

Libro prestado, perdido o estropeado.

Libro en el estante y guitarra en el rincón no hacen son.

Libro de lujo, libro sin uso.

Leña, libros, vino y amigos, los más viejos preferidos.

Para ser tonto, los libros son estorbo.

Leer y no entender es como cazar y no coger.

Leer y comer despacio se ha de hacer.

Ocio sin lectura, vida en sepultura.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El viaje de San Raimundo


San Raimundo de Peñafort llegó a la isla de Mallorca acompañando al rey Jaime I con la intención de cristianizar la isla que, por aquella época, estaba dominada por el Islam.

Parece ser que el soberano era un poco crápula y mujeriego, y a pesar de que prometió al dominico que se enmendaría, no cumplió su promesa. El dominico, que no veía con buenos ojos los vicios de su majestad y dando por sentado que la cosa no tenía remedio, pidió al rey permiso para regresar a Barcelona. El rey no sólo se lo negó sino que además amenazó de muerte a quien ayudase al predicador a salir de la isla.

Cuenta la leyenda que Raimundo se acercó al puerto de Sóller, extendió su capa sobre el mar, ató un palo en uno de los extremos para que sirviese de vela y zarpó en esa “barca” hacia Barcelona. Se dice que hizo el trayecto Palma – Barcelona en 6 horas (lo cual no estaba nada mal para aquella época sobre todo si tenemos en cuenta que el barco rápido de Trasmediterránea hace la misma línea en 4 horas) y que la gente que le vio llegar le recibió entre aclamaciones. No me extraña, hoy en día hubiéramos enviado al puerto a la Orquesta Sinfónica para recibirle.

En el sitio donde desembarcó se construyeron una capilla y una torre.

Y todo esto lo contaban quienes lo vivieron aunque hay algún historiador incrédulo que cuestiona la veracidad de la historia. Digo yo que no será difícil de demostrar. Tan sólo tienen que mirar en los registros del llegada del puerto de Barcelona. El puerto de Sóller no puede ayudar puesto que de aquí salió de manera ilegal.

Y ustedes ¿qué creen?

He enviado a mi amiga Mayte esta leyenda para que también la pueda publicar en su blog. Espero que la disfrute.
.

martes, 2 de septiembre de 2008

Marionetas.




“En teoría, el proyecto de dar una educación a las clases trabajadoras es ya bastante equívoco y, en la práctica, sería perjudicial para su moral y su felicidad. Enseñaría a las gentes del pueblo a despreciar su posición en la vida en vez de hacer de ellos buenos servidores en agricultura y en los otros empleos a los que les ha destinado su posición. En vez de enseñarles subordinación les haría facciosos y rebeldes, como se ha visto en algunos condados industrializados. Podrían entonces leer panfletos sediciosos, libros peligrosos y publicaciones contra la cristiandad. Les haría insolentes ante sus superiores; en pocos años, el resultado sería que el gobierno tendría que utilizar la fuerza contra ellos".

Sir Joseph Banks (1743-1820)
Presidente de la Royal Society de Londres


Hoy leyendo el triste resultado de otra de tantas encuestas sobre la educación en España, me he acordado de que tenía guardado en mi "caja de recortes" un papelito con la opinión de cierta "eminencia" sobre las horribles consecuencias de dar educación al pueblo llano. Releyendo de nuevo esta aberración, he tenido la sensación de que los actuales gobiernos y sus ministerios de Cultura no lo dicen a viva voz pero ... ¿no da la sensación de que están llevando a la práctica la opinión de Sir Joseph Banks?.


Marionetas, estamos educando futuras marionetas.