La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola. Tenía manos, pero no tenía a quien tocar. Tenía boca, pero no tenía con quien hablar. La vida era una, y siendo una era ninguna.
Entonces el deseo disparó su arco. Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y la vida fue dos.
Los dos se encontraron y se rieron. Les daba risa verse, y tocarse también.
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Foto: El beso - Klimt
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4 comentarios:
Hola, por fin te encuentro! Que no son horas para visita, pero que no me voy sin saludarte, porque qué tonta soy, cómo si no hubiera podido preguntarte dónde estaba tu espacio, tu rincón propio al margen del Café.
Ya volveré de calma. Besos.
¡Wara! te recibo con un abrazo muy, muy grande.
Es tu casa, puedes entrar a la hora que quieras.
Un besuco.
con permiso. a Dt, le ha encantado este comentario. La vida partida en dos...bonita y sugerente "imágen".
saludos
dt
Permiso concedido con mucho gusto, Dt puede entrar siempre que lo desee.
Estoy de acuerdo con Dt, es sugerente y, añadiría, excitante.
Gracias.
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