martes, 29 de septiembre de 2009

Un cumpleaños muy especial.


El 29 de septiembre de 1964 la revista “Primera Plana” de Buenos Aires comienza a publicar dos veces por semana las tiras de Mafalda.

Hoy, en su 45 cumpleaños, me gustaría poder estar sentada junto a ella en el barrio San Telmo para poder felicitarla y para darle las gracias por todas las risas y sonsiras que me ha regalado a lo largo de estos años.

45 años y las reflexiones de esta inteligente niña siguen de plena actualidad, qué pena lo poco que el mundo ha cambiado. Si la escuchásemos más…

En su honor, y para celebrar su cumpleaños, sacaré sus viñetas de mi biblioteca por enésima vez y pasaré la tarde con ella.

Che, gordita, que los cumplas muy feliz.

Gracias Quino.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Grand Splendid de Buenos Aires.

El 14 de mayo de 1919 se inauguró, en la zona conocida como el Saint Germaine Porteño, el Splendid Theatre de la ciudad de Buenos Aires que se convirtió en la sala teatral más lujosa de la ciudad.

Su situación era única, en el centro de los palacetes y muy cerca de una zona residencial distinguida. Fue construido con todas las comodidades y siguiendo todas las exigencias de las ordenanzas municipales. Cuentan las crónicas de la época que su suelo estaba tapizado con una gruesa alfombra verde, que el frente tenía una forma curva que permitía sentarse sin que las rodillas tropezasen con nada, que las butacas eran las más cómodas y que la platea estaba tapizada con una finísima tela de seda verde que era lo último en decoración de grandes teatros. Hay que destacar en la arquitectura del edificio la espectacular cúpula, realizada por el pintor italiano Nazareno Orlandi, que reproduce temas de la I Guerra Mundial en un estilo que mezcla el manierismo y el romanticismo. El Splendid introdujo la novedad de los abonos, al estilo de los teatros norteamericanos. Hacia 1924 comenzó a organizar conciertos de tango que luego se grababa por el sello El Nacional Odeón. Por su escenario pasaron los grandes del tango: Gardel, Ignacio Corsini, Lola Membrivesy Roberto Firpo que le compuso un tango titulado “Grand Splendid”.

En 1926, comenzó a funcionar como sala de cine y en ella se estrenaron los clásicos del cine argentino. Fue en la sala del Splendid donde se exhibió la primera película sonora en Buenos Aires.

En uno de los pisos altos del edificio nació la primera radio de la ciudad “Radio Splendid” que tuvo entre sus invitados artistas de la talla de Carlos Gardel o Canaro con su orquesta.
En febrero del año 2000 el grupo Ilhsa firmó un contrato de alquiler por el edificio y lo remodeló, conservando su estructura y belleza arquitectónica, para convertirlo en lo que en la actualidad es la segunda librería más grande de Sudamérica y la segunda más bella del mundo según el diario británico The Guardian. La librería Ateneo Grand Splendid.

La librería posee tres plantas de exposición y venta de libros en dos mil metros cuadrados, salas de lectura, un amplio espacio dedicado la literatura infantil y una cafetería temática situada en el escenario desde donde se puede disfrutar de toda la majestuosidad del edificio.


El Ateneo Grand splendid se inauguró el viernes 25 de septiembre de 2000. Ayer cumplió nueve años y desde aquí deseo que los cumpla feliz pero, sobre todo, que cumpla muchos, muchos años más.



Advertencia.


En otoño, la mano al moño.


Cuadro: "Mujer al viento junto al mar"

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los mascarones de proa de Pablo Neruda.

Esta mañana he encontrado un bonito regalo en mi correo electrónico. Me lo ha enviado mi amigo “Tejón” desde “Náufragos de la mar”. Tejón me ha regalado unas fotos que ha sacado al mascarón de proa del “Thalassa”, un precioso bergantín goleta de tres palos de bandera holandesa, que ha estado navegando por aguas de la bahía de Santander durante la celebración del II Festival del Mar.



En el correo, Tejón me dice “seguro que podrás hacer algo con ellas.” Pues si señor, voy a hacer con ellas algo que tenía en mente hace tiempo pero que, unas cosas por otras, he ido dejando para más adelante.

Vamos allá:

Además de la poesía, las mujeres y la afición por coleccionar, Pablo Neruda tuvo otra gran pasión: el mar. Tuvo en
Isla Negra (Chile) en una casa frente al mar, escribió sobre el mar y en el mar. Coleccionó barquitos armados dentro de botellas, barcos en miniatura, marinas de diversos pintores, silbatos marineros, ojos de buey, escafandras, bitácoras… A lo largo de sus viajes alrededor del mundo fue adquiriendo innumerables objetos (monedas, billetes, libros, muebles…) que el poeta denominaba “mis juguetes”.

Reconozco que me llamó la atención esta faceta coleccionista de Neruda, pero la que colección que más me fascinó fue una que, por norteña y amante del mar, me pareció de una originalidad y belleza enorme: Pablo Neruda coleccionaba Mascarones de Proa. Dicen que allá donde se vendían partes de barcos hundidos o inservibles, allá se acercaba Neruda para adquirir un mascarón de proa para su colección. ¡Qué envidia me dio el poeta con esta colección! ¡Lo que yo daría por tener en el salón de mi casa el mascarón de proa de la “Marigalante”!, por cierto, Neruda también soñó con tener este mascarón.

Aquí dejo unas fotos de algunos de los mascarones de Neruda. Disfrútenlas.

"La Medusa"

"María Celeste"

"La Guillermina" y escritorio del poeta.

Otros mascarones de la colección.

“En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta. He edificado mi casa también como un juguete y juego en ella de la mañana a la noche”.
(“Memorias” – Pablo Neruda).

martes, 22 de septiembre de 2009

Solas.

Estaba pegada a la pared pálida, paralizada, en silencio para no ser descubierta. ¿La habría visto? Inspiró hasta llenar los pulmones de aire y exhaló el aire con cuidado para no hacer ruido. Lo volvió a hacer tres veces más para poder dominar el miedo. Oía sus propias palpitaciones. ¿Las oiría ella también?

Tenía que moverse, hacer algo o acabaría siendo descubierta. Acompañada por el terror que la invadía avanzó silenciosamente sin despegar su espalda de la fría pared blanca, un paso pequeño, otro, con cuidado, sin hacer ruido. Cogió el arma con las manos temblorosas y frías por el sudor, y la apretó contra su pecho. Miró el arma indecisa, no sabía si sería capaz de hacerlo. Decidió que era su vida o la de ella. Defensa propia.

De nuevo juntó la espalda a la pared y regresó a la habitación. Asomó la cabeza por la puerta con temor. Allí seguía, no se había movido. Se acercó por detrás, miró sus manos sudorosas sosteniendo el arma y volvió a dudar. ¿Y si la dejaba herida y se defendía? ¿Qué haría? Respiró hondo. “No, pensó, tengo que matarla, no puedo fallar”.

Su cara reflejaba una mezcla de terror y repugnancia cuando sujetó el arma con fuerza, la alzó a la altura de los hombros y la echó hacia atrás para darle mas fuerza.

Un solo golpe, un golpe seco, y la maldita araña quedó estampada en la blanca pared. En el suelo, el arma del crimen, la escoba que había soltado cuando todo su cuerpo se relajó al verse ya, por fin, a salvo.


Image Hosted by ImageShack.us

domingo, 20 de septiembre de 2009

El viaje del elefante - José Saramago


"..., Qué es un acto poético, preguntó el rey, No se sabe, mi señor, sólo nos damos cuenta de que existe cuando ha sucedido."


"El viaje del elefante" es uno de esos libros entrañables con los que el lector disfruta de principio a fin. Podía haberle leído de un tirón pero, ya en las primeras páginas, me cautivó tanto que decidí que le leería "de a poquitos" para que me durase más el buen sabor de boca.
Si alguien no le ha leído, le animo a que lo haga. Una historia perfecta para una tarde de otoño.

No pienses - Francisco Jimeno.


No pienses, procura que tus actos
discurran libres, escrutadores de esquemas,
capaces de no ver siquiera lo objetivo.

Y si, vuelto a la realidad,
crees haberte engañado,
recuerda que nada hay más bello
que la decisión, la huella sin premisas,
tus manos acariciando el presente.


Dibujo de la foto: "El beso".

jueves, 17 de septiembre de 2009

Las aventuras de Bemol Pispante.


El cuento de esta semana es un libro interactivo ideal para aficionar a los niños no sólo a la lectura sino también a la música.

"A Bemol Pispante le encanta la música. Por eso, el ratón Bemol vive en un piano. El resto de la comunidad ratona que habita en la casa piensa que es un loco porque puede ser descubierto por el dueño del piano y, por eso, intentan apartarle del lugar.

Mientras tanto, el pianista ensaya la pieza más hermosa y difícil jamás escrita...pero no consigue acabarla.

¿Qué importante papel jugará Bemol en esta composición musical? "

La editorial Siete Leguas presenta este cuento en una edición preciosa que incluye un glosario final con las definiciones musicales que se encuentran en el texto. Además también incluye un CD con el tema principal del cuento “Fantasía Kortakowsky” y una pista interactiva con contenidos adicionales al cuento, para PC.

Texto: Antonio Amago.
Ilustraciones: Nuria Rodríguez.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Intensidad.


Dame un instante. No quiero una promesa.

Sólo anhelo un ahora donde sentir tu alma, sospechar un suspiro, adivinar tu aroma, esconderme en un abrazo, saborear tus labios, refugiarme en tu piel.

No quiero una promesa, sólo un instante.

Sólo deseo envolverme con la música de tu risa, hundirme en el embrujo dulce de tus ojos. Callar el llanto del cielo con la danza de nuestros cuerpos.

Sólo un instante, un instante fugaz, para perderme en tus brazos.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Hasta mañana.



Son tristes las despedidas, aún sabiendo que el reencuentro no será lejano, y dejan un agujerito en el alma donde se refugia la melancolía. Durante un tiempo sólo me acompañarán los recuerdos avivándose para resistir la eternidad que precede al regreso.

Y el día del retorno, cuando las miradas se vuelvan a encontrar, abriré mi cajita de concha de caracola, donde guardo los grandes momentos de la vida, y liberaré los abrazos, los besos y os diré que os quiero.

A Corina y Leo, aún no se han ido y ya los extraño, Volved pronto.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Oración del remanso - Jorge Fandermole.


"Cristo de las redes, no nos abandones
y en los espineles déjanos tus dones."

Dedicado a Tejón (se lo prometí) y a todos los miembros de "Náufragos de la mar".

Canción: Oración del remanso.
Canta: Jorge Fandermole.
Foto: Flota pesquera de Santander.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cuando crezcas - Francisco Jimeno Sanz.

Cuando crezcas
no recordarás
cómo era el grosor
de tus labios
en la noche;
no sabrás
que tus ojos se cerraban
y detrás siempre había
un ansia de felicidad;
ni que la pequeña luz
que ilumina tu habitación,
me permitía descansar,
pensando que vendrías
a verme por la mañana.

Cuando crezcas
sólo yo sabré
cómo era tu cara
riendo;
que tus ojos
me buscaban
para jugar
por las tardes.

Cuando crezcas
no recordarás
que hubo un tiempo
en el que yo era quien más sabía,
de quien más esperabas.

Cuando crezcas
todos estos recuerdos
me permitirán
seguir soñando
con Dios sabe qué estrellas.

Francisco Jimeno Sanz nació en Madrid en 1954. Desde 1977 reside en Cantabria, primero en Castro Urdiales y posteriormente en Santander. Es licenciado en Filología Hispánica y Diplomado en Filología Inglesa. Profesor de secundaria de lengua y literatura, ha realizado diversos trabajos de investigación educativos relacionados con la Unión Europea. Alguno de sus poemas han sido publicados en diferentes revistas literarias de ámbito nacional. En la actualidad ejerce la crítica literaria en foros regionales.
El poema "Cuando crezcas" pertenece al poemario "Palabras en la tarde" publicado en 1995.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Adivina cuánto te quiero.

La mayoría de los amigos que pasáis a visitarme sabéis que en la blogosfera hay dos niños encantadores que con la ayuda de su papá nos cuentan sus experiencias y descubrimientos en dos blogs muy bonitos: Parapeques y Parapecas.

Anoche, pensando en lo interesante que es lo que están haciendo sobre todo porque lo están haciendo codo con codo con papá (supongo que mamá también aporta algo), pues eso, pensando en ellos me dije: “Anjanuca, te estás olvidando de la literatura infantil. Y eso no está bien.” Así que abro un nuevo apartado dedicado a los futuros lectores, a los niños.

Y, puesto que fue pensando en ellos que surgió la idea, este primer post está dedicado a Jorge y a Lucía.

¿Alguna vez habéis intentado explicar a alguien cuánto le queréis? ¿A que no es fácil? Yo más bien diría que es imposible. No hay forma de medir el tamaño de los sentimientos, quizás por eso es por lo que siempre acabamos recurriendo a la expresión “con toda mi alma” porque es el alma el único almacén que no tiene límites, cabe todo, tenga el tamaño que tenga.

Hace un par de años, una amiga me descubrió los cuentos “Adivina cuánto te quiero” de Sam McBratney, con ilustraciones de Anita Jeram.

El primer tomo se titula así: “Adivina cuánto te quiero” y en él, la liebre pequeña de color avellana y su madre, la liebre grande de color avellana, se cuentan cuánto se quieren. La liebre pequeña de color avellana intenta demostrar a su mamá que es ella quien la quiere más. ¿Lo conseguirá?

He oído que en el Hospital materno infantil de Oviedo regalan este cuento a las futuras mamás para que lo pongan en la canastilla de sus bebés. Magnífica idea que deberían de copiar el resto de hospitales.

Hay otros cuatro tomos de cuentos con estas entrañables protagonistas. Están editados por la editorial Kokinos y se presentan en una caja que contiene los cuatro cuentos que se titulan “Adivina cuanto te quiero…: en primavera, verano, otoño e invierno”.

Si alguien tiene niños pequeños, os aconsejo que les regaléis estos cuentos. Estas dos entrañables liebres os van a hacer pasar un rato fantástico con vuestros hijos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

El jardín.


Los lugareños cuentan que fue una tarde de invierno cuando un joven de ropas elegantes llegó al pueblo para comprar la casa. Se había fijado en ella, meses antes, durante un viaje de negocios por la zona. Desde el primer momento supo que esa sería la casa donde su futura esposa y él formarían su hogar. Finalizadas unas pequeñas reformas, el nuevo matrimonio se instaló a principios de la primavera.

Delante de la casa hay un jardín de rosas de mil colores. Dicen que los dos jóvenes las cuidaban con cariño, que todas las tardes se les podía ver entre los rosales podando, quitando las rosas marchitas, sólo interrumpían la labor para juntar sus bocas en un beso apasionado, para entrelazar sus cuerpos en un abrazo interminable. Dicen que en ese jardín crecían a la par las rosas y el amor.

Fue ese otoño cuando la joven enfermó. Una dama vestida de negro cruzó el jardín una tarde de cielo plomizo, venía a buscar a la señora de la casa. Todo se volvió sombrío, la tristeza invadió las estancias, el dolor se adueñó de los días y la desesperación de las noches. El joven viudo cogió sus recuerdos y abandonó el lugar para siempre.

Unas pocas piedras recuerdan lo que antaño fueron muros de una casa. Sólo el bello jardín de rosas multicolor sigue intacto. Dicen los más ancianos que la maleza no crece en él porque el amor de los jóvenes quedó allí para cuidarle.

viernes, 4 de septiembre de 2009

¡Por fin!

Cada vez que se acerca una fecha clave como el día de reyes, o mi cumpleaños, tengo que oír comentarios del tipo “Jo, es que siempre libros…”, “pide otra cosa por si acaso”, así que ya hace años que amenazo a mi familia con no volver a dirigirles la palabra si entre los regalos no hay por lo menos un libro.

Reconozco que, desde que vivo lejos de ellos, es muy difícil que sepan si tengo o no un título en concreto y que se arriesgan a regalarme alguno que ya hace tiempo descansa en mis estanterías. Por eso, suelo ponérselo fácil y les hago una lista con libros que tengo pendientes de comprar o les encamino a los libros de temática costumbrista de Cantabria que me encantan y, además, aquí, en Mallorca, no se publican.

Aun así, hay libros que se resisten. Se resisten mucho, muchísimo. No hay manera de que me los regalen. No hay forma de hacerles entender que para mí hay libros que son un auténtico capricho y que, por lo tanto, me haría mucha ilusión tenerlos.

Uno de esos libros es el “Diccionario María Moliner”. ¡Dios, cómo he suplicado por ese diccionario!, tanto que ya he perdido la cuenta de los años en que al escribir la carta a los reyes (si, todavía la escribo como cuando era niña) después de eso de “Queridos Reyes Magos: este año he sido una niña muy buena, he comido todo sin protestar, bla, bla, bla…. Así que, por si ustedes, consideran me merezco un regalito les doy alguna pista: ADEMAS DEL DESEADO MARIA MOLINEEEERRRRR, me gustaría…..)”. Pues nada, que no había manera y eso que he llegado a decirles que me pasaba al bando del gordo hortera del albornoz rojo. Ni por esas.

El pasado lunes día 31 de agosto, con motivo de mi cumpleañooooossss: ¡Por fin! ¡Es mío! Ya tengo mi Diccionario de uso del español de María Moliner. Lo que se ha hecho desear el condenado pero ya está conmigo ayudándome, junto con el de la RAE, en mis lecturas.

Además, parece ser, que cumplir 41 primaveras debe de ser muy importante porque también me han regalado:

- El viaje del elefante, de Saramago.
- El abandono está lleno de rosas, poemas de Guillermo Balbona Arauna.
- Palabras en la tarde, poemas de Francisco Jimeno.
- Invitación a la imagen, poemas de Leopoldo Rodríguez Alcalde.
- Itinerarios, poemas de Carlos Salomón.
- Intrusos en el tiempo, poemas de Nieves Alvarez Martín.

Estoy más contenta que un niño con un helado de chocolate.