jueves, 29 de enero de 2009

Es sabido que...

Con lo refranera que soy yo, hay que ver lo abandonado que tengo el apartado de "Sabiduría popular".

Para empezar a remediar este abandono, y antes de que acabe el primer mes del año, os dejo un refrán que me gusta mucho. Ya llego tarde para que os fijéis en la luna de enero pero os aseguro que brilla con una intensidad que no tiene en otros meses, supongo que esto tendrá alguna explicación científica, en cuanto al tema del amor... yo también lo creo ¿y vosotros?.


"No hay luna como la de enero
ni amor como el primero"

martes, 27 de enero de 2009

Unas manos.

No sé qué ocurre. Sólo consigo entreabrir los ojos. Intento abrirlos del todo pero no puedo, mis párpados pesan. Oscuro, está oscuro. En la soledad de esta habitación desconocida hay mucho silencio y calor, mucho calor. No sé cuánto tiempo llevo aquí ni qué hora es.

Una figura azul se acerca, creo que no es la primera vez. Sus manos firmes, seguras y amables me tocan. No sé qué está haciendo pero noto un líquido frío entrando en mis venas. Es agradable y me quita el dolor. La figura azul acomoda suavemente mi mano en algo blando y se va sin ruido. Quiero decir gracias pero mis labios no hablan.

Más oscuridad. Se oyen pasos y alguna voz cerca de aquí. No sé quiénes son ni dónde están.

Una mano pequeña, suave y cálida se posa silenciosamente en mi brazo. Le recorre dulcemente de arriba a abajo y de abajo a arriba con intensa ternura y se va de la misma manera que llegó: discreta y silenciosamente. La reconozco. Sé quien es. Esas caricias han estado a mi lado siempre.

Mis labios susurran una palabra:

- Mamá.

Unos labios dejan un beso dulce en mi mano y responden:

- Aquí estoy, cariño.

viernes, 16 de enero de 2009

Gracias.

Después de varios días sin ordenador (s'a rompío) ya tengo "mono". ¡Cómo os he echado de menos!

Sigo sin mano derecha, atontaíta del tó la tengo, pero como podéis ver cada vez soy mejor con la izquierda.

Durante estos casi 20 días de "manca" he recibido tantas llamadas de teléfóno y tantos mensajes en esta casa de amigos que se preocupan por mí y quieren saber cómo estoy, que me siento realmente abrumada. No sé cómo podré compensaros por vuestro cariño.

Creo que os debo un pequeño resumen de la situación:

Como ya sabéis, el resultado del descenso de azulejo de cocina tiene como resultado la rotura del radio. Esto conlleva una operación de 2 horas para ponerte una placa de titanio, una aguja y 12 tornillos. El dueño de la ferretería da palmas con las orejas por la venta.

Pasados 15 días me han quitado la ferula (media escayola que te colocan para fastidiar no más) y los puntos (una obra de arte de pasamanería). La mano sigue sin moverse y sin sensibilidad. Ahora tengo que intentar hacer unos ejercicios, que me provocan un dolor de "cucus", en casa para recuperar movilidad y el próximo día 5 de febrero me harán una radiografía para ver si me vuelven a abrir para quitarme toda la chatarra que tengo dentro (como el ayuntamiento abren la acera para meter un cable y 15 días después la vuelven a abrir para poner otro). Luego rehabilitación a tope.

En fin que estoy estupenda (cosa que ya sabía) pero que tengo que armarme de paciencia.

De momento os dejo algunos cachondeos que he tenido que aguantar estos días y, si esto no se rompe otra vez, intentaré ir poniendo alguna entradita nueva.

Un besuco muy grande a todos, os quiero.
"La pobre Anjanuca" :)

CACHONDEOS:

¿Se acuerdan ustedes de aquella famosa frase del gran Gila "se nos mató el niño pero lo que nos reímooosss..."? Pues aquí dejo unos ejemplos:


- "Jajaja, ya se me había olvidado lo que era bañar a un niño". Mi madre mientras me ayudaba a ducharme los primeros días.


- "Choca esos cinco". Mi hermano cuando llegué a casa.


- "Ostras, ¿pero a tí de qué te han operado? Tienes más delantera que la Obregón.". Mi otro hermano al ver lo que abultaba mi chaqueta con el brazo dentro.


- "Qué, tú tienes enchufe ¿no?". El practicante cuando abrió por primera vez el vendaje para hacer la cura y vió lo derechita que estaba la herida y el bordado tan mono que me habían hecho.


Y, por supuesto, los comentarios de los amigos:


- "Pero mujer, la próxima vez ve al Alto Campoo que las pistas están abiertas".

- "Claro, 15 días comiendo las alubias de mamá y no te querías ir".

- "¿A cuánto cobras las clases de esquí?".


¡Dame paciencia Señor o los mato! Aunque lo cierto es que me están haciendo reir un montón y la risa es una magnífica terapia.

sábado, 10 de enero de 2009

Con buen pie...

... pero con mala mano.
Así he comenzado el 2009. Lamento tener que deciros que, haciendo una salida al más puro estilo de esquí de competición en la cocina de mi casa, me he roto la muñeca. La derecha, por supuesto, para qué romper la izquierda si esa no sirve para casi nada.
Así que, lamentándolo mucho, durante un tiempo esta casa estará cerrada. Ya lo siento pero es que escribir con la izquierda no es lo mío. Aun así pasaré a visitar vuestros blogs, no dejaré comentarios pero quiero que sepáis que estaré cerquita.
Un besuco a todos y gracias por la paciencia. Os recompensaré.
Feliz 2009.
Nota: este texto se ha tardado en escribir 20 minutos. ¡Qué lentitud, por Dios!