miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mis deseos

EL_MGI~1

A estas alturas ya sois pocos a los que tengo que explicar lo navideña que soy. Me gustan estas fechas y las disfruto con locura. Desde niña la Navidad ha sido para mí época de momentos entrañables junto a mi familia y mis amigos en los que compartimos comida, trabajo y recuerdos. Aunque el tiempo ha ido pasando y algunos seres queridos ya no están, otros se han ido incorporando al camino y eso hace que pueda seguir viviendo la Navidad con ternura y alegría.

Os deseo unas fiestas entrañables pero, sobre todo deseo:

Que vuestros amaneceres sean los más luminosos,

y vuestros atardeceres los más rojizos,

que vuestro despertar tenga cantos de pájaros en vuestras ventanas,

que no os falten caricias rozando vuestras mejillas,

que siempre haya una mano fuerte y cálida sujetando las vuestras,

que no os falten gestos de ternura y miradas de complicidad,

que millones de sonrisas se reflejen en vuestros ojos,

que no falten abrazos para vuestras lágrimas,

que os sobren hombros sólidos para apoyar vuestras penas,

que nada ni nadie pueda dañar vuestra dignidad,

que la vida os regale amor y serenidad,

y que nos enseñe a todos a honrarla como se merece.

 

Un beso y un abrazo cariñoso a todos y muchas gracias por haberme soportado un año más.  Ya le diré a los Reyes Magos que habéis sido unos niños ejemplares y que merecéis muchos regalitos.

Navidad

domingo, 11 de diciembre de 2011

Día Mundial del Tango.

Hoy ha sido un día tan especial que, entre unas cosas y otras, por poco se me olvida celebrarlo. No tengo perdón.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Canto General – Diego Rivera

Hoy se cumplen 125 años del nacimiento de  uno de mis pintores preferidos, el mexicano Diego Rivera.

Estudioso de las culturas Maya y Azteca mostró la historia de México desde la cultura precolombina hasta los tiempos de la Revolución. Su pintura es una clara denuncia social y el reflejo del amor que sintió por su país y sus gentes.

A mí su pintura me empequeñece, me enternece pero, sobre todo, me sacude la conciencia y me lleva a la reflexión.

Canto General

    MÉXICO, de mar a mar te viví, traspasado
    por tu férreo color, trepando montes
    sobre los que aparecen monasterios
    llenos de espinas,
    el ruido venenoso
    de la ciudad, los dientes solapados
    del pululante poetiso, y sobre
     las hojas de los muertos y las gradas
    que construyó el silencio irreductible,
    como muñones de un amor leproso,
    el esplendor mojado de las ruinas.

    Pero del acre campamento, huraño
    sudor, lanzas de granos amarillos,
    sube la agricultura colectiva
    repartiendo los panes de la patria.

Otras veces calcáreas cordilleras
interrumpieron mi camino,
                                       formas
de los ametrallados ventisqueros
que despedazan la corteza oscura
de la piel mexicana, y los caballos
que cruzan como el beso de la pólvora
bajo las patriarcales arboledas.

En 1938 Pablo Neruda comenzó a componer "Canto general", canto épico dedicado a la naturaleza e Historia de Latinoamérica. Sus 231 poemas y sus más de 15.000 versos fueron publicados en 1950.

La foto que adjunto es la interpretación que el maestro Diego Rivera realizó del "Canto General". El poema, un fragmento del canto del poeta chileno Pablo Neruda.

domingo, 4 de diciembre de 2011

jueves, 1 de diciembre de 2011

Intriga en Galicia.

Villar

Una mañana, el cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla de una playa gallega. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. Sin testigos ni rastro de la embarcación del fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas se sumerge en el ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y mujeres que se resisten a desvelar sus sospechas y que, cuando se deciden a hablar, apuntan en una dirección demasiado insólita. Un asunto brumoso para Caldas, que atraviesa días difíciles: el único hermano de su padre está gravemente enfermo y su colaboración radiofónica en Onda Vigo se está volviendo insoportable. Tampoco facilita las cosas el carácter impulsivo de Rafael Estévez, su ayudante aragonés, que no acaba de adaptarse a la forma de ser del inspector.

 

No podría decir con qué me lo he pasado mejor, si con la historia en sí o si con lo bien que describe el autor el carácter gallego.


La novela se va desarrollando a caballo entre Vigo y un pequeño pueblecito pesquero Panxon. Como mujer norteña y de costa he disfrutado muchísimo de lo bien que Domingo Villar ha sabido describir la forma de vida de los pescadores de bajura: la influencia del clima, el funcionamiento de las lonjas de pescado, el furtivismo, la espera de las mujeres en el puerto, las miradas perdidas hacia la mar, los oficios y las artes de pesca, el ambiente de los pueblos pequeños...

Todos y cada uno de los personajes de la novela han sido tan cercanos que, sin quererlo, he puesto caras reales a cada uno de ellos. Las descripciones, sin ser largas, son tan precisas que he podido oler el salitre y ver el color de la mar en días desapacibles, sentir esas lluvia fina y constante del norte, percibir el olor de esas tabernas junto a los puertos que saben a comida casera y a pescado del día, notar sobre mi hombro la mirada de los vecinos de los pueblos pequeños que no se pierden ni una….


Hay un personaje con el que me reído lo que no está escrito: el ayudante del inspector Caldas. Estévez, un aragonés recién llegado a Galicia que no acaba de entender ni adaptarse al carácter de los gallegos y que se en ocasiones se desespera al no poder tener una respuesta clara y concisa a una pregunta simple.

"La playa de los ahogados" de Domingo Villar es una novela para disfrutar en muchos aspectos. Amena, divertida, intrigante hasta el final, humana....

Flor  Flor

"Estévez ya había repetido y se contenía para no servirse sopa una tercera vez cuando Cristina acudió para tomar nota del plato principal. Les ofreció bacalao a la gallega o chocos en su tinta con arroz. Leo Caldas pidió los chocos.

- ¿Usted va a querer algo más? –preguntó Cristina a Estévez.

La sopa había arrinconado el recuerdo de la espuma del ahogado y devuelto al policía su voracidad habitual, de manera que contestó:

-¿Qué me recomienda?

- Los Choquitos están saliendo muy buenos –dijo Cristina. Y casi al instante añadió –: Y el bacalao tiene mucho éxito también.

Dejó colgando las palabras y Estévez la miró fijamente esperando su veredicto. Tras unos segundos, viendo que éste no se producía, preguntó:

-¿Entonces?

-Son distintos –se limitó a decir la camarera.

- Eso ya lo sé. Pero alguno estará mejor –insistió el aragonés.

-Los dos están muy ricos –contestó Cristina con una sonrisa franca –. ¿A usted qué le gusta más?

- Olvídelo –refunfuñó el policía al ver que no iba a obtener la respuesta que buscaba –. Tráigame lo mismo que a él: los chocos esos..., y un poco de ensalada.

En cuanto Cristina se perdió en el vocerío del comedor, Rafael Estévez protestó:

-No sé para qué coño pregunto nada a esta gente.

Estévez reparó en que Caldas le miraba en silencio desde el otro lado de la mesa.

- Perdone jefe –se disculpó –. A veces se me olvida que es usted uno de ellos."