viernes, 31 de octubre de 2008

La Biblioteca Brautigan - Vermont (USA)

¿Nadie se ha preguntado alguna vez qué pasa con todos los manuscritos que llegan a las editoriales y que son rechazados? ¿los guardarán, los tirarán, los devolverán a su autor?

Pues para algunos de esos libros, la pregunta tiene respuesta.

En la localidad estadounidense de Burlington (Vermont) hay una curiosa biblioteca que tiene la peculiaridad de que sólo almacena libros que han sido rechazados por las editoriales y que nunca llegaron a ser publicados. Para que una obra sea aceptada tiene que cumplir unos sencillos requisitos: ser inédita y que su autor pague los gastos de envío. Ningún manuscrito es rechazado.

El sistema de almacenamiento también es cuanto menos curioso, no tengo muy claro si práctico, por temas: “Amor”, “aventura”, “todo lo demás…”. Aunque, bien pensado, qué mas da cómo se clasifiquen las obras porque, me pregunto, ¿quién va a una biblioteca a leer lo que nadie quiere leer?

Desde su reacción en 1990, la biblioteca ya ha recibido alrededor de 400 obras de autores de todos los países y entre los títulos que están disponibles para quienes quieran acercarse a consultar se encuentran cosas tan sugerentes como “Plata esterlina de las cucarachas”.

En fin, cuanto menos curioso. Pero ya saben que si tienen guardado en el fondo del cajón algún manuscrito que no le hayan publicado y quieren dedicarle un lugar de honor… pues eso, siempre les quedará Vermont.

jueves, 30 de octubre de 2008

Cometas en el cielo - Khaled Hosseini.

"Hay muchos niños en Afganistan, pero muy poca infancia".

"El invierno era la estación favorita de los niños de Kabul, al menos de aquellos cuyos padres podían permitirse comprar una buena estufa de hierro. La razón era muy sencilla: los colegios cerraban durante la temporada de nieve. Para mi el invierno significaba el final de las interminables divisiones y de tener que aprenderme la capital de Bulgaria. También era el comienzo de un periodo de tres meses de jugar a las cartas con Hassan junto a la estufa, de películas gratuitas los martes por la mañana en el Cinema Park y del dulce qurma de nabos con arroz que nos preparaban para comer después de una mañana dedicada a hacer un muñeco de nieve.

Y de las cometas, naturalmente. De volar cometas."


sábado, 25 de octubre de 2008

Hoja Seca - Dulce María Loynaz.

A mis pies la hoja seca viene y va
con el viento;
hace tiempo que la miro,
hecho un hilo, de fino, el pensamiento...
Es una sola hoja pequeñita,
la misma que antes vino
junto a mi pie y se fue y volvió temblando...
¿Me enseñará un camino?...

viernes, 24 de octubre de 2008

Dia Internacional de la Biblioteca.


Cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. En España lo conmemoramos desde 1997. La idea de esta celebración partió de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil. Querían transmitir la importancia de las bibliotecas como lugar de encuentro entre los lectores y la cultura y como instrumento de de mejora de la formación y de la convivencia humana.

Confieso que no soy, ni he sido nunca, socia de ninguna biblioteca. No me malinterpreten. No es que no me gusten, todo lo contrario, me maravillan. El problema que tengo es que tener que devolver el libro, no poder quedármelo… Parece que estoy viendo la escenita, el pobre bibliotecario cogiendo el libro por un extremo, yo por el otro:

- Venga señorita, que tiene que devolverlo.
- Pero si usted tiene muchos por uno no se nota.
- Que no, que el libro pertenece a la biliotecaaa…
- Pero si usted no dice nada, nadie se enterará. Por favor snif, snif, con esa cara de bueno que tiene usted, ¿me lo va a quitar? Snif, snif…

Pues eso, que no. Que no tengo corazón para devolverlo como si no pasase nada.

Lo que sí he hecho muchas veces, y todavía aún lo hago alguna vez, es ir a la biblioteca a leer la prensa del día o a consultar algún dato, o sencillamente a pasear entre sus estanterías. Adoro el silencio, el olor a madera de las estanterías, el olor a papel y tinta. ¿Han olido alguna vez las páginas de esos libros antiguos? ¿Esas páginas de papel bueno, del de antes? No es un olor cualquiera, es aroma, es esencia, es perfume.

Quede aquí por escrito mi homenaje personal a las bibliotecas, guardianas de cultura, a sus cancerberos, los bibliotecarios, a todas aquellas instituciones (públicas o privadas) que las hicieron posibles, a los donantes (particulares o anónimos) que regalaron sus colecciones privadas para uso y disfrute de todos. Y quede también escrita mi gratitud a todos los usuarios que hacen que las bibliotecas sigan abiertas y mi admiración a su generosidad por coger prestado un libro y devolverlo con el mismo cariño que lo tomaron para que otra persona pueda disfrutarlo.

martes, 21 de octubre de 2008

La sentencia de Lao Tse.

Los alumnos discutían sobre la sentencia de Lao Tse:
"Los que saben no hablan; Los que hablan no saben."

Cuando el Maestro entró, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras.

El Maestro les dijo: ¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa?

Todos la conocían.

Entonces les dijo: Expresadlo con palabras.

Y todos guardaron silencio.

(Anónimo hindú)


sábado, 18 de octubre de 2008

Amancio Prada y Los Blauets de Lluc.


Desde anoche llevo dándole vueltas a la cabeza para ver cómo comparto con ustedes el momento vivido ayer en el recital que ofreció Amancio Prada, acompañado de la Escolanía de Lluc, nuestros Blauets, en el Monasterio de la Real. Me temo que, escriba lo que escriba, las palabras serán escasas.


Una voz cálida, clara y llena de pasión, funde las palabras de amor de de San Juán de la Cruz en las notas de una guitarra y dos chelos. Nuestros Blauets se ponen de pie, con sus sotanas azules su formalidad es casi protocolaria, y así la capilla del Monasterio se llena de voces blancas que arropan a la maravillosa voz del trovador en su interpretación del Cántico Espiritual. Un nudo aprieta mi garganta y sin poder evitarlo las lágrimas llegan a mis ojos.

Soy de lágrima fácil, lo reconozco, pero lo que ayer consiguieron “nostres Blauets”, Amancio Prada y los chelos de Hillary Fielding y Carlos Cardinaal fue llevarnos de la mano de la música y la literatura hacia un camino mágico lleno de sentimientos.

Y para acabar la noche: “Adiós ríos, adiós fontes” y “Libre te quiero”. No se podía pedir más.

Al Sr. Ricard Terrades, director de la Escolanía de Lluc, agradecerle el trabajo realizado con ese estupendo conjunto de voces blancas que ayer demostraron estar a la altura de los grandes.

Gracias a todos ellos por una noche única.





jueves, 16 de octubre de 2008

Lo que se ha perdido - Fernando Pessoa


Lo que se ha perdido, lo que se debería haber perdido,
lo que se ha conseguido y ha satisfecho por error,
lo que amamos y perdimos y, después de perderlo, vimos,
amándolo por haberlo tenido, que no lo habíamos amado;
lo que creíamos que pensábamos cuando sentíamos;
lo que era un recuerdo y creíamos que era una emoción;
y el mar en todo, llegando allá, rumoroso y fresco,
del gran fondo de toda la noche, a agitarse fino en la playa,
en el decurso nocturno de mi paseo a la orilla del mar.

Foto: Mataleñas y faro de Cabo Mayor - Juán Carlos


miércoles, 15 de octubre de 2008

lunes, 13 de octubre de 2008

Ciber-relaciones.

“El lenguaje es lo más humano que existe. Es un privilegio del hombre. Cada palabra lleva consigo una vida, un estado, un sentimiento”
(Carmen Conde)


Cuando esto del Internet empezó a meterse en las casas si pedir permiso, yo era bastante escéptica a que funcionase. Lo cierto es que no soy muy amiga de “chismes” la prueba es que me sucedió lo mismo cuando los primeros teléfonos móviles interrumpían en todas las partes y a cualquier hora. “Una de tantas modas ya se pasará”, eso es lo que yo creía. ¡Ja! Si seré ingenua. Si a esto añadimos todas esas noticias que se escuchaban y, por desgracia se siguen escuchado, de pervertidos, depravados y desaprensivos que engañan de una manera u otra y destrozan definitivamente la vida de personas digamos “fáciles de manejar” bien por su joven edad, o porque están pasando un mal estado anímico, o porque están viviendo una dura soledad… Pues cada vez entendía menos que Internet fuese útil, al menos en lo que a relaciones sociales se refería. Vamos, imposible.

Soy de esas personas que no concibe la vida sin las relaciones directas, un beso, un abrazo, una caricia, el sonido de una voz haciendo compañía, la presencia silenciosa de una persona querida junto a mí… Eso no lo puede suplir ninguna máquina. Sigo pensando lo mismo, la base la tengo clara. Muy clara.

Pero ya se sabe, “renovarse o morir”. Así que caí en la trampa y me conecté. Tenía muy claro que sólo lo utilizaría como mero instrumento de información. Y así empezó todo. Por supuesto la información que buscaba era la relacionada con noticias de última hora y, cómo no, la relacionada con el mundo de la lectura. Y buscando novedades, fui a dar con la Web de una revista literaria que compro habitualmente. Dicha Web tenía un foro fantástico (digo tenía porque ahora es una penita, pero eso es “harina de otro costal”). Me registré en el foro, me presenté y pedí permiso para participar. La acogida fue cálida y amable. Pasado unos meses me dí cuenta de que además de compartir una afición, la lectura, y de intercambiar diferentes puntos de vista sobre libros y autores, allí se cocía algo más. Todavía no me daba mucha cuenta de qué era eso que me atraía tanto del foro, supongo que porque era novata, pero había personas que compartían una complicidad envidiable.

Hoy hace meses que, por causas ajenas a nosotros, muchas de las personas que formábamos parte de aquel foro hemos abierto el nuestro propio. No es sólo un foro de lectura. Definitivamente no. Es mucho más. Las personas que participan en él son gente cotidiana que madruga todos los días para ir al trabajo, que tienen hijos adolescentes cuya educación les preocupa, algunos se estrenan como padres. Personas completamente diferentes a las que ha unido una misma afición, pero que comparten o comprenden los problemas y anécdotas diarias de los demás porque, al fin y al cabo, también le une la lucha diaria por traer la felicidad a sus vidas. Son personas de valores sólidos, con un gran sentido de la responsabilidad pero que no se olvidan de poner un toque de humor a sus vidas.

Ya hace tiempo que lo siento pero hoy ha sucedido algo que me ha abierto definitivamente los ojos. Quiero a esas personas. Cada una a su manera se ha convertido en importante para mí. Me preocupa que un miembro de “nuestra casa” no esté bien y me emborracho de alegría cuando la vida les sonríe.
Así que ya ven, yo que pensaba que eso de las relaciones por Internet no podía llevar a ninguna parte… pues ahora me tengo que morder la lengua. Resulta que he conocido a un grupo de PERSONAS, así con las letras mayúsculas, por cuya amistad merece la pena luchar. Y sí, lo digo alto y claro: Las quiero.

A algunas ya las conozco físicamente, en nuestro primer encuentro no hubo novedades ni sorpresas. Simplemente puse cara y voz a todo lo que ya sabía. Espero no tardar en poner el resto de las caras y las voces que faltan. Ese día será único.

Para ti, que eres Alma auténtica.

domingo, 12 de octubre de 2008

Oda a una castaña en el suelo - Pablo Neruda.

Del follaje erizado
caíste
completa
de madera pulida,
de lúcida caoba,
lista
como un violín que acaba
de nacer en la altura,
y cae
terminado en secreto
entre pájaros y hojas,
escuela de la forma,
linaje de leña y de la harina,
instrumento ovalado
que guarda en su estructura
delicia intacta y rosa comestible.
En lo alto abandonaste
el erizado erizo
que, entreabrió sus espinas
en la luz del castaño,
por esa partidura
viste el mundo,
pájaros
llenos de sílabas,
rocío
con estrellas,
y abajo
cabezas de muchachos y muchachas,
hierbas que tiemblan sin reposo,
humo que sube y sube.
Te decidiste,
castaña,
y saltaste a la tierra,
bruñida y preparada,
endurecida y suave
como un pequeño seno
de las islas de América.
Caíste
golpeando
el suelo
pero nada pasó,
la hierba
siguió temblando, el viejo
castaño susurró como las bocas
de toda una arboleda,
cayó una hoja del otoño rojo,
firme siguieron trabajando
las horas en la tierra.
Porque eres
sólo
una semilla,
castaño, otoño, tierra,
agua, altura, silencio
prepararon el germen,
la harinosa espesura,
los párpados maternos
que abrirán, enterrados,
de nuevo hacia la altura
la magnitud sencilla
de un follaje,
la oscura trama húmeda
de unas nuevas raíces,
las antiguas y nuevas dimensiones
de otro castaño en la tierra.


Gracias a Wara, que me recordó esta oda.

sábado, 11 de octubre de 2008

Otoño.

Me encanta el otoño. Es la estación de los colores. Una sinfonía de rojos, verdes, amarillos, marrones y ocres para que nuestros ojos se recreen.

Con su llegada regreso a la serenidad, a la tranquilidad, a la calidez y dulzura de la lana, al café con leche de media tarde acompañando a una buena lectura o a una buena tertulia entre amigos.

Me gusta escuchar la lluvia golpeando en mi ventana, el silencio de un paseo por la playa, el crujir de las hojas al pisarlas, el canto del viento y el sonido de las ramas bailando al compás. Adoro ponerme un jersey de lana, el abrigo, bufanda, guantes y gorro, y salir a pasear por la ciudad sintiendo el frío en mi cara.

El otoño también trae regalos al paladar. Esta mañana, en el mercado, he visto que ya están aquí las primeras clementinas y setas. Pronto llegarán las nueces y las castañas.

Me gusta el otoño. Activa mis cinco sentidos.

sábado, 4 de octubre de 2008

Biblioteca Emilianense - San Millán de la Cogolla.

Los Monasterios de Suso y Yuso de San Millán de la Cogolla fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 4 de diciembre de 1997, por razones históricas, artísticas, religiosas, lingüísticas y literarias.

Fue entre los muros de este recinto monástico donde se escribieron las primeras palabras en lengua romance, lengua que tiempo después evolucionó en lo que hoy en día es nuestra lengua castellana.

También en San Millán fue donde escribió su obra el primer poeta en lengua castellana, Gonzalo de Berceo. “Los milagros de Nuestra Señora”, su obra cumbre, es la más delicada muestra de la literatura descriptiva medieval.

El monasterio de Suso (o de arriba) destacó desde sus comienzos, en el aspecto cultural, por su flamante escritorio, dueño de una buena y rica colección de manuscritos y códices, entre los que destacan el Códice Emilianense de los Concilios, datado en 992; la Biblia de Quiso, que lleva data del 664, o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana y con la letra del siglo VIII, lo que le hace ser uno de los principales escritorios, si no el más notable, de la Edad Media Española. Nos encontramos en el período tal vez de mayor esplendor del monasterio. Es el marco en el que va a surgir la que hoy es la más antigua manifestación escrita de la Lengua Española.

En el S. XI el estudiante o predicador que encontraba dificultades de comprensión de alguna palabra o expresión en un texto o códice (así se denominan los libros manuscritos anteriores a la invención de la imprenta), hacía lo usual en todos los tiempos: anotaba al margen la traducción que la hacía comprensible. El texto que se leía es lo que se conoce como Aemilianensis 60 y las anotaciones aclaratorias las conocemos hoy como Glosas Emilianenses.


La grandeza de la Biblioteca Emilianense (situada en el Monasterio de Yuso, o de abajo) se debe más al mérito de algunas obras que en ella se guardan que al número de volúmenes que contiene. La sala destinada para biblioteca y su artística estantería no admite más de diez mil volúmenes. Los monjes que habían cursado estudios especiales para obtener grados académicos tenían su librería particular.

No todos los manuscritos que se encuentran en la biblioteca Emilianense fueron copiados en San Millán. Algunos pertenecían al fondo inicial del monasterio, otros fueron adquiridos por compra, permuta o donación. A medida que el cenobio de San Millán iba adquiriendo prestigio, bajo la protección de los reyes de Navarra, se le agregaron otros monasterios e iglesias que se ponían bajo la autoridad del abad cediéndole sus respectivos archivos. Por otra parte, debido a que la conservación de archivos no era muy alentadora y muchos archivos fueron enviados a San Millán para incorporarlos a la biblioteca central.

Fuente: Fundación San Millán de la Cogolla.
http://www.fsanmillan.org/