
Se cuenta que mi paisanuco el poeta Gerardo Diego, cuando le dieron el premio Cervantes en 1979, dejó de asistir durante una temporada a las tertulias del famoso Café Gijón de Madrid a las que era habitual. La razón: evitar pagar una ronda a los demás tertulianos.
Dicen que para justificarlo dijo: "No me han dado mas que un millón de pesetas, y claro, pagar quince cafés..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario