jueves, 26 de noviembre de 2009

Para el camino.

El vehículo más usado en el país es la tartana, especie de coucou-ómnibus, tirado por un caballo o por un mulo y sin ninguna clase de muelles; o el birchulo, especie de coche de cuatro asientos, asentado como una tartana y dotado como ésta de sólidas ruedas, macizos herrajes y adornado en el interior por medio pie de borra de lana. Semejante forro da que pensar al instalarse uno por primera vez en un vehículo de apariencias tan suaves. El cochero se sienta sobre una tablilla que le sirve de pescante, los pies apoyados sobre las varas y la grupa del caballo entre las piernas, de tal modo que tiene la ventaja de sentir no tan sólo todas las sacudidas de su carricoche, sino también todas las sacudidas de la bestia, yendo así, a la vez, en coche y a caballo. No parece descontento de ir en esa posición, pues canta siempre por más horrorosas que sean las sacudidas que sufre y no se interrumpe más que para proferir, con su aire flemático, terribles juramentos cuando su caballo duda en arrojarse a algún precipicio o trepar por alguna muralla rocosa.

Y así es como se viaja: En vano se interponen barrancos, torrentes, setos vivos, zanjas; no se para por tan poca cosa. Por lo demás todo se llama allí el camino.

Al partir se toma esta carretera de obstáculos por una apuesta de mal gusto, y preguntáis a vuestro guía qué mosca le ha picado.

- Este es el camino—os responde.
- Pero ¿y este río?
- Es el camino.
- ¿Y esa profunda hondonada?
- El camino.
- Y ese matorral, ¿también?
- Siempre es el camino.
- ¡Sea en buena hora!

Entonces no tenéis nada mejor que hacer que tomar vuestra decisión: bendecir el acolchado que tapiza la caja del coche, y sin el cual tendríais infaliblemente los huesos rotos; confiar vuestra alma a Dios y contemplar el paisaje, esperando la muerte o un milagro.


"Un invierno en Mallorca" por George Sand.



Tartana en el patio de Can Vivot.

2 comentarios:

Juan Nadie dijo...

George Sand en Mallorca... Acompañada de Chopin, naturalmente.
Valldemosa...

Almudena dijo...

Sospecho, Juán Nadie, que también conoces el camino :)

Besucos.