lunes, 24 de agosto de 2009

A ver ¿En qué quedamos?...

A los jóvenes de mi generación nos enseñaron en clase de religión que, además del cielo y el infierno, existía un lugar que se llamaba purgatorio. En el purgatorio se quedaban las almas que tenían pendiente de lavado los pecados veniales es decir, pecadillos del tres al cuarto como por ejemplo haber sisado en las vueltas de la compra. Una vez lavados estos pecadillos, uno ya iba al cielo sin problema. ¡Ah! También estaban en el purgatorio los bebés que no habían sido bautizados. Como niños que eran no tenían pecado por lo que no podían ir al infierno, pero cargaban con el Pecado Original por lo tanto tampoco podían ir al cielo. Esto nunca me pareció justo. Y así, con este dogma, crecimos muchas generaciones.

En el año 2005, el Papa Benedicto XIV junto con una comisión teológica internacional comunicó al mundo que no, que todo lo que nos habían dicho no era cierto, que el purgatorio no existe. Pues vale, de acuerdo, no existe. Borrón y cuenta nueva.

La semana pasada he ido a dar un paseo por las iglesias de Palma de Mallorca que, durante la semana de la Ascensión de la Virgen, exponen unas hermosas tallas de Vírgenes dormidas. De paso he aprovechado para sacar fotos a los muchos detalles que guardan la mayoría de las iglesias: vidrieras, retablos, tumbas, tallas, arcos, bóvedas… Y ejerciendo de turista en la preciosa iglesia de Santa Eulalia… mirad lo que encontré:




¿Pero, bueno, no habíamos quedado en que no existe? Pues a ver si se aclaran de una vez por todas porque a una servidora la están haciendo un lío.

5 comentarios:

Madison dijo...

Bueno, ya sabes aquello de que...la excepción confirma la regla
Buenos dias!!!

fermin dijo...

¿Y para que necesitan dinero las almas del purgatorio? Perdón por la irreverencia.
Uno se pregunta si no sería más honesto un cartel que rezase, por ejemplo: para el mantenimiento del templo.
Rémoras de un pasado, donde los eufemismos eran "el pan nuestro de cada día". Creo.
Saludos anjana observadora.

El tejón dijo...

Una purga de aceite de ricino, sería buena para aclarar a más de uno la mente y las ideas.
Que nos dejen en paz a los que no nos queremos salvar.
Que mal suena lo de purga,¿no?.
Salud.

Almudena dijo...

¡¡¡Buenos días Madi!!!!

Irreverencia perdonada, paisanuco, porque pensándolo bieeennnn...

Tejón, lo que suena mal es lo del aceite de ricino. Puag.

Besucos a los tres.

Madison dijo...

Puag, que mal cuerpo se me ha quedado al leer la palabreja "purga"