jueves, 4 de noviembre de 2010

In memoriam Santander 1893

- Tenía razón madre: esto no se acaba. Vam…..

Lo que cortó la palabra en la boca de Pachín, y la respiración en sus pulmones, y hasta el circular de la sangre en sus arterias, no tiene nombre en ninguna lengua conocida. En la pobre fantasía de los hombres no hay término de comparación para el sonar de aquellos estallidos, casi simultáneos; para aquel cráter horrible que se abrió con ellos; para aquella inmensa columna de fuego que se elevó al espacio y en cuya cima humeante flotaban, entre denegridas espirales, cuerpos humanos; para aquella infernal metralla de candentes y retorcidos hierros que vomitaron los senos del vapor entre infectas oleadas de cieno del fondo de la mar, sobre las apiñadas, desprevenidas e indefensas multitudes; para el color extraño de aquella luz que se enseñoreó del aire, empañando la del sol que corría a precipitarse en el ocaso como si huyera de alumbrar tantos desastres acumulados en tan reducido lugar y en tan breve tiempo.

De nada de ello se dio Pachín cuenta cabal. Se sintió de pronto como invadido de una pesadilla, y soñó que salía volando de la pila de maderos, y que, volando a flor de tierra, con velocidad y fuerzas prodigiosas, iba arrollando con su propio cuerpo, pero sin tocar en ellas, masas de gentes que se inclinaban y caían a su paso, como al del vendaval enfurecido los verdes maizales en las mieses de su aldea.

(Pachín González – Jose María Pereda)

Machichaco_enlaces

El 3 de noviembre de 1893, la ciudad de Santander vivió lo que hasta el día de hoy se considera la mayor catástrofe civil del S. XIX en España: La explosión del vapor Cabo Machichaco atracado en la dársena de la ciudad.

En 1893, tras el suicidio de su hijo, el escritor cántabro Jose María Pereda ya no quiso escribir más. Tan sólo volvió a hacerlo para escribir su novela más corta, “Pachín González”, basada en el terrible día de la explosión del cabo Machichaco.

Cabo_Machichaco_en_el_muelle

10 comentarios:

Cantares dijo...

Cuánto dolor, cuántas historias de vidas trasocadas por esta situación.
Que descansen en paz esas almas.
Besos

Juan Nadie dijo...

Debió ser terrible la explosión del Cabo Machichaco, tan terrible que en Santander aún se recuerda, aún cuando no queda nadie que la viviese.

Jose Antonio dijo...

Me acuesto sabiendo siempre algo más.

Un beso.

Almudena dijo...

Cantares, esta es una de las dos tragedias que quedarán siempre grabadas en la historia de mi ciudad. Como de costumbre, por negligencia burocrática.

Juán Nadie, a tí que también te gusta leer, te recomiendo la novela "Pachín González". No hace falta que la compres la tienes en el Cervantes Virtual si quieres. Es muy cortita y describe muy bien lo que pasó.

Senovilla, es bueno aprender algo cada día. Sé que te gusta la Historia así que también te recomiendo "Pachín González".

Besucos a los tres.

Jose dijo...

Es que Santander no gana para desgracias despues vino el incendio del casco antiguo en los años 40,que lo dejo sin casco antiguo.Hace tiempo lei yo algo de esto,500 kilos de dinamita que no tenian que ir en el barco.Una ciudad tan guapa y que mala suerte.
Abrazos

Almudena dijo...

Jose Manuel, no fue sólo la dinamita (51 toneladas sin declarar por la codicia de alguien) sino que, además, la bodega del barco iba llena de material siderúrgico y ácido sulfúrico. Osea, una bomba gigante llena de metralla.

Lo del incendio, al menos, no produjo tantos muertos. Supongo que porque en ello no intervino la codicia humana, sólo la madre naturaleza.

Besucos

Anónimo dijo...

¡Qué locura y qué desgracia!
¿Cómo es que lo has recordado ahora, Anjanuca?

Un beso y un abrazo grande y que vaya muy bien la semana, preciosa.

Almudena dijo...

Anderea, cántabros recuerdan la fecha de la explosión del Cabo Machichaco igual que vosotros los vascos recordáis la del bombardeo de Guernica. Forma parte de la historia de nuestra ciudad.

Besucos y feliz semana también para tí.

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡Tocayaaaaaaa!!!!!!

Un abrazo muuuuuuyyyyyy graaaandeeeee.

Somos fetén. Y más las del norte. Que lo celebres a gusto esta noche, princesa.

¡Muaaaaaaa!

Anónimo dijo...

Gracias por tu respuesta a mi pregunta. ¡Qué triste!

Un muxutxu.