Siempre he pensado que la culpable de que los libros se amontonen en mi pequeño apartamento reduciendo cada vez más los metros habitables es mi madre. Pero no, ella fue el detonante, la culpable fue otra.
Hace años, siendo una mocosa, estaba en casa dando la lata con aquello de “me aburro” y mi madre harta de oírme dijo “toma para que no te aburras”. Y me dio el que sería mi primer libro: “El diario de Anna Frank”. No se imaginaba esa maravillosa ama de casa, amante de la lectura, lo que acababa de hacer. Ni las consecuencias que ello tendría.
Unos meses después mi madre fue a mi colegio para hablar con la que entonces era mi tutora, la Hermana Mari Cruz. Estaba preocupada. Mi recién descubierto gusto por la lectura me estaba llevando a leer cualquier libro que hubiese por casa y mi madre no estaba segura de que algunos de los libros fuesen apropiados para mis ocho o nueve años de edad que son los que tendría en ese momento. Lo que le preocupaba a mi madre era que al no entender alguna de mis lecturas, por ejemplo “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, me viese confundida e influyese incorrectamente en mí. Así que mamá quería saber su opinión y que le dijese si debía quitarme de las manos ciertos libros. Pero la Hermana Mari Cruz le dijo: “en absoluto, déjela que siga leyendo, aunque no los entienda algo le quedará y si le ha gustado los volverá releer y, cuando sea el momento adecuado, ya los entenderá. Lo importante es que lea.”
Así que la verdadera culpable de mi pasión por la lectura fue esa monja delgadita de uniforme y toca gris, con gafas, cara de ser lista como una ardilla, inquieta y ojos vivarachos que fue mi tutora en segundo de EGB: La Hermana Mari Cruz.
Escribo esto porque hoy me he enterado que este año mi colegio celebra el 125 aniversario de su fundación y son muchos los recuerdos que se acaban de amontonar en mi cabeza y en mi corazón.
Supongo que algo habrá cambiado después de tantos años pero, una de las estancias de mi colegio que recuerdo como si estuviera allí es la biblioteca. Paredes de piedra, una mesa grande de madera de color oscuro en el centro rodeada por unas diez o doce sillas, y una de las paredes laterales forrada con estanterías del mismo color que la mesa, puertas acristaladas y estanterías llenas de libros. No era muy grande pero tenía un buen fondo literario. Algún día, cuando ya no esté, me gustaría que mi biblioteca sea para el Colegio María Inmaculada de Isla, Cantabria, para que puedan entretener a todos aquellos niños que comienzan a descubrir todas las cosas maravillosas que se encuentran entre las páginas de un libro.
El día 22 de Mayo, día de Santa Joaquina de Vedruna patrona de las Hermanas Carmelitas de la orden de Vedruna, estaré allí para celebrar tan importante aniversario, pero sobre todo, sobre todo, estaré allí para agradecer a todas mis profesoras y profesores el tiempo que dedicaron no sólo a enseñarme las materias del momento sino también a hacer de mí la mujer que soy hoy en día.
Ya tengo el billete de avión. Y el estómago lleno de nervios.
viernes, 8 de mayo de 2009
Así empezó todo.
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17 comentarios:
Tu madre... que gran mujer!
No sé si te ha llegado el otro comentario. Por si acaso, te dejo éste que es muy parecido, Anjanuca.
Me ha parecido envidiable:
"... sobre todo, estaré allí para agradecer a todas mis profesoras y profesores el tiempo que dedicaron no sólo a enseñarme las materias del momento sino también a hacer de mí la mujer que soy hoy en día".
Suena a que te sientes orgullosa de quién eres y de tu colegio.
Enhorabuena.
Finchu, mi madre es una mujer excepcional.
Aunque hoy en día no está bien visto decir que estudiaste en un colegio de monjas, si, esoy muy orgullosa de mi colegio y de mis profesores. Y para estar hablando de hace 40 años, eran muy modernas. Ya por aquellos tiempos se impartían clases extraescolares de judo, se daba a elegir entre inglés o francés como lengua extranjera...
En cuanto a mí, la palabra orgullosa igual suena un poco pedante, pero si estoy contenta con el resultado :)
Besucos.
¿Como, usted ya cuenta historias de hace cuarenta años? No puede ser, usted transmite sensaciones de una chica que no ha traspasado la década de los treinta. De verdad, esa era mi idea. En fin...
Ay Fermín, no sé si esto debo tomarlo como un piropo... explíquese usted un poco mejor que me ha dejado preocupada.
No, no, ni piropo ni todo lo contrario. Uno que padece una especie de daltonismo para ponerle edad a la gente. Cuando has explicado que hace cuarenta años que alguien te transmitido el gusto por la lectura...pues que hice cuentas y... ¡si somos de la misma generación!
Jajaja Fermín, buena cosecha la de esa generación.
Me encanta saber cómo te contagiaste de la enfermedad de la lectura, Anjanuca. Debe ser la única de la que los que la padecemos no queremos curarnos.
Besotes.
Ilona, si acaso, que la enfermedad empeore y se vuelva contagiosa. Esta si que sería una buena pandemia :)
Un besuco.
Santa Joaquina! que recuerdos amiga...Qué hermoso legado el de la hermana Mari Cruz y qué madre, siempre ahí contigo, antes y ahora, verdad?
Un cariñoso abrazo.
Libertad, en cuanto tenga el "programa de festejos" te lo envío. Buenos recuerdos ¿verdad?
en nada te equivocas, la biblioteca para agrado tuyo.. espero y como fue del mio cuando me enseñaron el cole para llevar a los peques alli sigue siendo igual que cuando nosotras hemos ido.....
la verdad... el colegio de isla ha marcado una etapa muy importante tanto en mi vida.. como en la de los que fueron conmigo... y espero que tambien sea asi para mis hijos...
Hola Carmen:
¿Tú también fuiste al colegio de Isla? Quizás nos conocemos. Si quieres contactar en mi perfil tienes mi e-mail. Podríamos vernos allí el día de Sta Joaquina.
También marcó una etapa importante para mí.
Gracias.
Espero que hayais disfrutado mucho del Aniversario del Colegio me hubiese encantado ir pero no ha sido posible, aunque solo estuve 2 años, fueron geniales y conoci a Maria Jesus, hoy directora, persona que ha sido y es muy importante en mi vida.
Besos
Hola, Anónimo, qué manía con no poner un nombre y la rabia que me da llamaros anónimos.
Personalmente tengo que decir que han sido unos días magníficos. Te hubiera gustado ver a Mª Jesús, sigue igual que siempre, con la misma sonrisa, parece que el tiempo no la afecta.
Siento que no hayas podido ir, te lo habrías pasado bien. La próxima vez ¿vale?.
Hola, bueno te contare que tengo contacto con MªJesus desde que sali del colegio y despues de 13 años de estar en Chile en el 2007 tuve la aportunidad que pasar un mes con ella y si realmente parece que por ella no pasa el tiempo,a ver si averiguamos cuantos años lleva que ya debe ser unos cuantos, sacastes fotos.
Besos
Me llamo Carol
Hola Carol, saqué fotos de todos los rincones, de las aulas, comedor, patio, polideportivo, biblioteca....
Besucos.
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