¿Nadie se ha preguntado alguna vez qué pasa con todos los manuscritos que llegan a las editoriales y que son rechazados? ¿los guardarán, los tirarán, los devolverán a su autor?
Pues para algunos de esos libros, la pregunta tiene respuesta.
En la localidad estadounidense de Burlington (Vermont) hay una curiosa biblioteca que tiene la peculiaridad de que sólo almacena libros que han sido rechazados por las editoriales y que nunca llegaron a ser publicados. Para que una obra sea aceptada tiene que cumplir unos sencillos requisitos: ser inédita y que su autor pague los gastos de envío. Ningún manuscrito es rechazado.
El sistema de almacenamiento también es cuanto menos curioso, no tengo muy claro si práctico, por temas: “Amor”, “aventura”, “todo lo demás…”. Aunque, bien pensado, qué mas da cómo se clasifiquen las obras porque, me pregunto, ¿quién va a una biblioteca a leer lo que nadie quiere leer?
Desde su reacción en 1990, la biblioteca ya ha recibido alrededor de 400 obras de autores de todos los países y entre los títulos que están disponibles para quienes quieran acercarse a consultar se encuentran cosas tan sugerentes como “Plata esterlina de las cucarachas”.
En fin, cuanto menos curioso. Pero ya saben que si tienen guardado en el fondo del cajón algún manuscrito que no le hayan publicado y quieren dedicarle un lugar de honor… pues eso, siempre les quedará Vermont.
Pues para algunos de esos libros, la pregunta tiene respuesta.
En la localidad estadounidense de Burlington (Vermont) hay una curiosa biblioteca que tiene la peculiaridad de que sólo almacena libros que han sido rechazados por las editoriales y que nunca llegaron a ser publicados. Para que una obra sea aceptada tiene que cumplir unos sencillos requisitos: ser inédita y que su autor pague los gastos de envío. Ningún manuscrito es rechazado.
El sistema de almacenamiento también es cuanto menos curioso, no tengo muy claro si práctico, por temas: “Amor”, “aventura”, “todo lo demás…”. Aunque, bien pensado, qué mas da cómo se clasifiquen las obras porque, me pregunto, ¿quién va a una biblioteca a leer lo que nadie quiere leer?
Desde su reacción en 1990, la biblioteca ya ha recibido alrededor de 400 obras de autores de todos los países y entre los títulos que están disponibles para quienes quieran acercarse a consultar se encuentran cosas tan sugerentes como “Plata esterlina de las cucarachas”.
En fin, cuanto menos curioso. Pero ya saben que si tienen guardado en el fondo del cajón algún manuscrito que no le hayan publicado y quieren dedicarle un lugar de honor… pues eso, siempre les quedará Vermont.
2 comentarios:
Muy curioso! Lo cierto es que tenemos poca vida para tanto por leer y hemos de ir seleccionando.pero de lo ya publicado!. Aun así me parece bien que en ese sitio no lo tiren, quién sabe, si hay tesoros literarios escondidos...
Gracias por compartirlo
Un abrazo "Anjanuca"
Hola Libertad,
Es verdad que hay mucho por leer y muy poco tiempo, pero aun así a mí me gustaría entrar en esta biblioteca para ver qué títulos se guardan en ella. Seguro que hay cosas muy curiosas.
Un besuco.
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