Comentaba hace unos días, con motivo del fallecimiento de D. Ernesto Sábato, que tengo la sensación de que se nos están marchando grandes artistas y humanistas y que me preocupa porque tengo la sensación de que se acaba un ciclo y no veo que comience otro.
Pato, una nueva amiga que ha llegado a mi gracias a esto tan fascinante del “internés”, me decía que gente personas geniales ha habido siempre y que cada vez que acaba una época surge otra que, alimentándose de las anteriores, construyen el pensamiento y el arte de las siguientes y que sí, que a pesar de que hay mucha vulgaridad por ahí, los nuevos pensadores dejan semillas por los caminos.
No sé si Pato es demasiado optimista o quizás el problema es que yo soy demasiado pesimista al respecto.
A ver si soy capaz de explicarme, más o menos bien, sin extenderme demasiado.
Me preocupa que nadie tome el relevo de Mario Benedetti, o de Miguel Delibes o de Ernesto Sábato o de otros muchos que mientras vivieron se encargaron de abrirnos los ojos para que no nos cerrasen la boca, de encendernos el cerebro para que no nos apagasen la Libertad.
Es probable que, como dice Pato, hay sangre nueva por el mundo pero cada vez que me he ilusionado con alguien que parecía interesante y que prometía ser una continuidad… ¡Zas! Se ha dejado envolver por los medios y los contratos millonarios y se han convertido en seres vanidosos, pretenciosos y arrogantes. Y es entonces cuando me doy cuenta de que Benedetti, Delibes, Sabato… eran mucho más que una obra. Lo que además les hizo grandes fue su humildad y su dignidad. Y de estos valores, hoy en día, andamos bastante escasos.
No quiero que creáis que soy de un pesimismo tan negro como los sobacos de un grillo. Por supuesto que no lo soy. Estoy segura de que hay personas lo suficientemente valientes como para mostrarnos su grandeza con humildad pero precisamente por eso no los conoceremos. Estas personas no interesan. Los gobiernos harán todo lo posible para que no salgan a la luz y despierten las mentes que ellos han conseguido mantener en un cómodo letargo, medios de comunicación y editoriales los ignorarán porque no disparan audiencias ni producen ventas millonarias. Como bien dice Pato “Vende más el que piensa por vos y te lo cuenta”.
Y quizás no debería de preocuparme demasiado puesto que yo pertenezco a una generación privilegiada que estudió e incluso tuvo la oportunidad de disfrutar en vivo de algunos de estos genios lo cual me da la libertad de elegir y decidir la vida que quiero y me hace feliz. Pero me preocupa. Me preocupa y me apena el futuro de muchos jóvenes y niños a los que como todo referente se les está imponiendo artistas maleducados, famosillos burdos, políticos y empresarios ladrones y sin escrúpulos pero eso sí, todos ellos millonarios a costa de lo que sea aunque no precisamente por su trabajo o sus valores éticos. No veo a nadie que empiece a cortar por lo menos alguno de los hilos con que los están manejando cual marionetas.
Pato dice que sencillamente estamos pasando por una época de crisis del pensamiento. Supongo que quiere decir que después de esto llegará un resurgimiento. Pues peor me lo pone porque ¿Qué será de nuestros jóvenes cuando este resurgimiento les muestre las consecuencias del error disfrazado en el que les han dicho que debían vivir?
Me estremezco al pensarlo.
4 comentarios:
Anjanuca, Don Ernesto Sábato pidió ser velado y despedido entre los vecinos en el club de barrio y sin honores... en parte a veces siento como vos una orfandad tremenda pero como soy optimista creo que hay muchos más que están listos para surgir, es solo cuestión de tiempo.
Claro que los que nos acompañaron en la adolescencia y la juventud más aún siendo "esos" seres, siempre tendrán un lugar privilegiado en nuestro corazón.
Besotes
¡Qué bien que lo has explicado!
El poder económico que mueve cual marionetas tanto a escritores, como a lectores, no lo podemos evitar, es una movida muy muy grande. Yo apuesto a lo que va por fuera de esa movida, por los que no han pactado con ese poder cultural arrogante y cerrado. También tiene que haber grandes sin "contaminar" adentro del sistema, pero no olvidemos que hay mucha gente escribiendo, pensado, creando, haciendo poesía sin acceder a las grandes editoriales, ni tener la super publicidad y andan por ahí en reuniones literarias, en pequeños encuentros poéticos. Yo estoy conociendo gente muy valiosa, pero qué editorial les publica? Las publicaciones se la pagan ellos de su bolsillo, lo cual siempre presenta dudas acerca de su calidad. Y también hay muchos que arman sus propios libros(yo misma he armado y vendido libros míos made in casa)
Esto mismo a veces es visto como poco valioso. Porque hoy cualquiera que tiene un par de billetes o ingenio y escribe, puede publicar un libro, porque hay mil ofertas editoriales que si vos te costeás la publicación, ellos te hacen el resto, o te ingeniás para hacer un buen arte de tapa y lo de adentro con algún programa en la pc, podés hacer tus libros. Entonces hay abundancia de escritores sin que podamos distinguir su calidad hasta tanto no los leamos. Y habiendo tanto por leer, uno va a lo seguro. El tema de la exploración y la decodificación de un nuevo escritor lleva tiempo y debe ser una tarea propia.
No de un vivillo que la hace por vos y te la vende digerida, así cada vez pensás menos y te vas idiotizando cada día un poco mas.
Me estoy extendiendo, y no te quiero agobiar, perdón, pero este tema me apasiona. Resumiendo y para terminar con esto que nos preocupa a quienes hemos de detenernos en este tema. Y tratando de responder a tu pregunta final (no te creas yo tengo temores parecidos, parezco optimista, pero mis temores ahí están eh!) pienso que a todo tiempo de crisis le sucede una etapa que contrarrestra esa crisis o que se alimentó de esa crisis y en respuesta a eso, surge como acto revolucionario a lo ya establecido.
Estoy pensando en momentos históricos que reflejaron su crisis en cuanto a lo literario, en el cine, en las artes plásticas.
Por ejemplo, acá luego de los años de dictadura, donde el miedo, el terror, la censura, etc, hicieron que hubiera un gran vaciamiento artístico, una imposibilidad de poder expresarse, una vez recuperado el espacio, el resurgimiento de los artistas exiliados o las voces acalladas trajeron mucha grandeza. Hubo un estallido artístico importantísimo.
Daba la impresión que habían matado a todos y no.
Con esto va a pasar lo mismo, por lo que he leído, los jóvenes siempre terminan gestando movimientos para rechazar lo sistemáticamente establecido.
Una cosa mas y me coso la boca ajajja!!
Por ej. la generación beat fue un fenómeno cultural en el que abundaron narradores y poetas estadounidenses como Jac Kerouac, Allen Ginsberg, Burrowgs, Bukowski, cuya actitud fue revelarse en contra del pensamiento sociopolítico y cultural instalado en ese momento. Fue una generación contracultural, antimaterialista, anticapitalista y antiautoritaria.
El maestro de estos grandes, fue Henry Miller.
Bueno a lo que iba es que leyendo todo este movimiento vine a descubrir a un poeta argentino de esos que nadie se entera que existen porque jamás publicó nada, un tal "mariani", un argentino practicamente desconocido para la mayoría de los argentinos, un poeta enorme que ya murió, pero estuvo dejando su pensamiento y su sentir por el sur argentino y hay quienes lo están salvaguardando.
Uff, espero no haberte adormecido ;)
Un abrazo.
En un mundo en el que se asesinan asesinos sin disimulo alguno y los tribunales Supremos de Justicia democráticos toman decisiones inconstitucionales sin que ocurra nada, ¿cómo no va a haber crisis del pensamiento?
Buen fin de semana.
Ese es mi mismo sentimiento, Cantares, de orfandad. Orfandad en el alma.
Pato, acabo de pasar por "tus" caminos. Me han encantado tus palabras. Unas palabras que van muy de la mano de lo que en mi entrada quería expresar. Me gustan tus razonamientos y envidio la forma con que los compartes.
¡Touché, Logio! ¿Dónde quedó aquello de "El fin no justifica los medios"? Ya no sé si es la crisis del pensamiento o el fin.
Besucos.
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