sábado, 5 de marzo de 2011

Imágenes.

 

ojos_de_mar

De niña, cuando veía el mar enfurecido rompiendo en el malecón, cerraba los ojos apretándolos con fuerza. Creía que así retendría la imagen para siempre. Han pasado muchos años, a veces le parece que toda una eternidad, y de la niñez a penas si quedan pequeños recuerdos, cada vez más cercanos, que la hacen sonreír. Pero la necesidad de cerrar con fuerza los ojos para no perder las imágenes queridas la ha acompañado siempre.

Sobre su mesilla de noche descansa la fotografía de un hombre de pelo y tez morena, ojos negros de profunda mirada y sonrisa triste. Ya han pasado treinta y dos años desde que, llorando su pérdida, la colocó ahí y cada noche, antes de acostarse, la toma entre sus manos, la besa con ternura y la reposa junto a su corazón. Sus ojos abiertos sonríen al vacío y en el silencio de la habitación se escucha un susurro. “Buenas noches mi amor”.

3 comentarios:

Cantares dijo...

Que pena.
Perder al compañero de camino, al amigo, al amor de nuestra vida, es una de las cosas más duras que se puede vivir.
Aún me siguen faltando el beso y el saludo,
Me sentí reflejada.Muy triste pero lo relataste bellamente.
Besos

Pato dijo...

Me recordaste a una tía muy querida, que perdió a su pareja a los 40 años, entonces yo era una niña y la veía muy mayor, vestida de luto, seria, sufrida. Yo pensaba que con el tiempo olvidaría y llegaría un nuevo amor. Tal vez para no verla así, como consumida. Me ilusionaba con verla otra vez feliz, sonriendo, pero no. Nunca volvió a tener otro amor. Ella tenía en su mesita de noche la foto de su compañero y estoy segura que lo despedía así "buenas noches mi amor".

Besos.

Almudena dijo...

Cantares, presiento que tampoco vos necesitás cerrar los ojos para sentirle.

Pato, a veces un amor puede ser breve pero tan inteso que no se necesita buscar otro.

Besucos a las dos.