lunes, 26 de julio de 2010

Sencillez.

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"La casa tenía un porche cubierto en el que nuestro padre pasaba muchas horas leyendo o charlando al caer la tarde con el párroco o el alcalde, con el canónigo de la catedral capitalina, con amigos de Palma o conocidos de Deiá. Alguna vez, muy de tarde en tarde, acudía brevemente Robert Graves, el poeta de la melena blanca y los ojos profundos. Se sentaba, tomaba un poco de queso, unas cuantas aceitunas y un vaso de vino, hablaba de esto o aquello (en mal castellano, del que sólo chapurreaba algunas palabras con el abominable acento propio de los ingleses), saludaba y se marchaba. Iba camino del baño cotidiano o de vuelta de él; siempre lo tomaba en Es Canyeret, la diminuta cala en cuyo escar guardábamos la barca de remos y de cuyas rocas él recogía la sal depositada por la marea. Decía que era muy sano hacerlo y cocinar después con ella. Pero ni de Graves tengo un recuerdo preciso. Era uno de los mayores habituales que iba y veía sin que a nosotros nos afectaran sus libros, las gentes que lo visitaban, los amores que luego supimos que tenía. Sólo más tarde, cuando la televisión emitió la serie "Yo, Claudio" , nos dimos cuenta de que era todo un personaje."

"La venganza" – Fernando Schwartz.

 

 

Foto: Tumba de Robert Graves (Cementerio de Deiá)

Los libros son dos ejemplares que alguien dejó en honor del escritor; "Yo, Claudio" y un poemario del escritor. Los fotografié este fin de semana pero, a juzgar por su estado, ya hace tiempo que reposan sobre la tumba de Graves. O quizás su estado es por el uso… Sólo quien los puso ahí lo sabe. Sea como sea, a mí me pareció un precioso detalle.

5 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Maravilloso detalle, ¿qué mejor que dejar libros en la tumba de un escritor?

Cantares dijo...

Que interesante.
Es un gesto que no se me hubiese ocurrido.

Gracias ppor tu saludo, somos varias Anas en la familia:)
Besotes

Anónimo dijo...

La cruz, también...

Me encantan las personas que son sencillas. Que no se dan autobombo, las que ni siquiera dicen lo que hacen o lo que son porque no quieren ni necesitan impresionar a nadie. Me enamoran, la verdad.

Gracias, Anjanuca. Espero que estés pasando una buena temporadita.

Muxukus.

Balovega dijo...

Hola niña...

Una maravilla, me ha encantado y sobre todo dejar libror en vez de flores.

No llegue a ver Yo Claudio, y de verdad que lo senti, siempre llegaba tarde, espero ver la serie alguna vez es un tema pendiente.

Miles de besotes de buen día

Almudena dijo...

Juan Nadie, yo pensé lo mismo que tú.

Ni a mi Cantares, ni a mí.

Es que esas personas que defines, Anderea, suelen ser las más grandes y hermosas.

Jajaja, Balo, yo no pude ver "Yo, Claudio" porque mis padres llevaban a rajatabla lo de los malditos rombos. Años más tarde me compré el libro y me vengué.

Besucos a todos.