martes, 19 de enero de 2010

Patas arriba - Eduardo Galeano.

Leer al uruguayo Eduardo Galeano es como el placer que se siente al paladear el mejor de los vinos en una tarde de amigos y guitarra.

Alguien dijo que Galeano debería de escribir libros de Historia para aprender en las escuelas. Estoy totalmente de acuerdo.

En sus obras conviven ensayo, poesía, crónica y narración para recoger las voces de la calle y del alma que expresan la realidad y su memoria. Galeano es la voz y el recuerdo de la vida y la historia de las “personitas”.

“Patas arriba. La escuela del mundo al revés” es mi primer libro del 2010. Lo elegí porque, siendo de Galeano, estaba segura de que sería perfecto para empezar el año lector. No me equivoqué.

Os dejo un fragmento que espero os haga disfrutar:



“En 1948 y 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible.

El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

En las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor.

El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas.

La gente trabajará para vivir, en lugar de trabajar para vivir.

Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega.

En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo.

Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel del consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.

Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.

Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.

La solemnidad dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo.

La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero.

Nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene.”

Hay más sueños maravillosos en este apartado de delirios de Galeano que termina así:

“La perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.”

Foto: Mapa del geógrafo Al-Idrisi donde el Norte está al Sur.

6 comentarios:

El tejón dijo...

No tiene desperdicio.
Un abrazo.

Almudena dijo...

Tejón, apunta a Galeano en tu lista de "próximos". Lo disfrutarás.

Besucos.

Balovega dijo...

Hola y buenos días.. a veces me das un poquito de envidia, pues lees muchos de los libros que quisiera leer y no tengo tiempo, aunque siempre anoto tus recomendaciones para el verano...

Un gran besote y cuídate mucho, buen día

Almudena dijo...

Uy Balo, si supieras las horas que le quito al sueño para poder leer...

Besucos.

Wara dijo...

Hace años, desde que leí estos derechos, todos son desencuentros con Galeano, nunca consigo leerlo, casi siempre porque otros libros se cruzan y adelantan. A ver si este año hago un hueco para él.

Besos.

Almudena dijo...

A veces pasa, Wara. Si yo te contara la de autores que tengo pendientes...

Besucos.