domingo, 6 de septiembre de 2009

El jardín.


Los lugareños cuentan que fue una tarde de invierno cuando un joven de ropas elegantes llegó al pueblo para comprar la casa. Se había fijado en ella, meses antes, durante un viaje de negocios por la zona. Desde el primer momento supo que esa sería la casa donde su futura esposa y él formarían su hogar. Finalizadas unas pequeñas reformas, el nuevo matrimonio se instaló a principios de la primavera.

Delante de la casa hay un jardín de rosas de mil colores. Dicen que los dos jóvenes las cuidaban con cariño, que todas las tardes se les podía ver entre los rosales podando, quitando las rosas marchitas, sólo interrumpían la labor para juntar sus bocas en un beso apasionado, para entrelazar sus cuerpos en un abrazo interminable. Dicen que en ese jardín crecían a la par las rosas y el amor.

Fue ese otoño cuando la joven enfermó. Una dama vestida de negro cruzó el jardín una tarde de cielo plomizo, venía a buscar a la señora de la casa. Todo se volvió sombrío, la tristeza invadió las estancias, el dolor se adueñó de los días y la desesperación de las noches. El joven viudo cogió sus recuerdos y abandonó el lugar para siempre.

Unas pocas piedras recuerdan lo que antaño fueron muros de una casa. Sólo el bello jardín de rosas multicolor sigue intacto. Dicen los más ancianos que la maleza no crece en él porque el amor de los jóvenes quedó allí para cuidarle.

7 comentarios:

Amio Cajander dijo...

una preciosidad de relato!

Almudena dijo...

Gracias, Amio.

Balovega dijo...

Hola Anjanuca...

Una belleza de historia de dos personas que se amaron y ese amor quedó impregnado en el jardín, perdurando con el paso de los años en sus rosas ...

Precioso relato mi niña... un besote de feliz semana

Madison dijo...

Genial relato Anjanuca.
Me he emocionado al leerlo
Un abrazo guapa

Almudena dijo...

Gracias Balovega y Madison.

Una servidora es muy consciente de que no llega ni siquiera a la categoría de aprendiz, pero dais tantos ánimos que pienso seguir intentándolo.

Es culpa vuestra asi que luego no os quejéis :)

Un besuco a todos.

Wara dijo...

Pues hala, entonamos un mea culpa sin condiciones, porque queremos más.

Un abrazo.

Almudena dijo...

La maestra ha sentenciado. Gracias Wara.

Un besuco.