viernes, 23 de mayo de 2008

Biblioteca de la Universidad de Salamanca.

El estudio Salmantino, posteriormente Universidad de Salamanca, nació en 1218 gracias a la voluntad de Alfonso IX de León. En 1254 Alfonso XI “El Sabio” le otorgó su primera constitución, y así fue como comenzó su andadura. Fue en 1255, un año después, cuando el Pala Alejandro IV otorgó validez universal a todos sus títulos y le dio uso de sello propio.

Benedicto XIII, el Papa Luna, otorgó fondos para la compra de libros y ordenó que se construyera una vivienda para el Estacionario que era una especie de librero que alquilaba cuadernos de las obras, corregidas y aprobadas por las autoridades académicas, para que fuesen copiadas por los interesados. Es en casa del Estacionario donde son alojados los primeros libros.

A partir de 1470 los libros son trasladados de la casa del Estacionario a una sala propia situada en la zona alta de la capilla.

La primera referencia de las obras existentes en la biblioteca, data de 1471 y se habla de un registro de 201 volúmenes.

Debido a la instalación del retablo, se derribó el techo que separaba la capilla de la sala de libros, por lo que la universidad estuvo unos 5 o 6 años sin sala. En 1509 se propuso la construcción de una sala, la actual, en la planta alta del claustro.

El inventario más antiguo de la biblioteca data de principios del S. XVII, inventario con registro de autores y títulos, y en él se habla de 879 obras entre manuscritos e impresos.

En este siglo, la normativa de la biblioteca aumenta y así se recogen en ella artículos como: sanciones a los estacionarios en caso de que faltasen volúmenes, aprobación de la venta de los libros duplicados para la compra de nuevos, obligación de dejar en prenda objetos personales o presentar la garantía de dos catedráticos.

En 1614 se instalaron los armarios realizados y decorados por Martín Cervera, destinados a guardar los libros y archivos prohibidos. Actualmente protegen los incunables.

Desde su inicio y hasta nuestros tiempos los fondos de la biblioteca se han ido incrementando por varios motivos: la principal fuente de fondos ha sido, sin duda, las proveniente de donaciones, la expulsión de la Compañía de Jesús proporcionó unos 12.000 volúmenes, la desaparición de colegios menores aportó otros 10.000. El S. XIX aún aportaría importantes novedades al fondo bibliográfico, sobre todo llegados de las pequeñas pero ricas bibliotecas de muchos conventos.

En cuanto a las instalaciones, al antigua librería se utiliza como museo y depósito sólo para obras impresas. Los incunables y manuscritos se encuentran en una pequeña habitación con bóveda de crucería adaptada en 1774 para los libros prohibidos. La sala Magna fue utilizada para zona de lectura pero actualmente la consulta de fondos se realiza en la Biblioteca General situada en el ala opuesta del claustro.

La biblioteca universitaria posee actualmente 2.774 manuscritos, 483 incunables, y unos 62.000 volúmenes impresos entre los S. XVI y XVIII.

Datos obtenidos de: http://usal.es/

Foto: Biblioteca Antigua.

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