200 añazos!!!

Hoy Argentina celebra un cumpleaños muy especial. Como la costumbre en estos casos es felicitar a los homenajeados pues, ¡ea!, ahí va mi felicitación: ¡Ché felicidades! ¡Que los cumplan muy felices!

Pero lo que realmente deseo hacer, en el día de su bicentenario, es darles las gracias. Porque son muchos los motivos que tengo para darlas. Estos son algunos (todos es imposible nombrarlos):

Por mi viejito, manoseado y releído “Martín Fierro”, por “Alfonsina y el mar” que me descubrió los poemas de Alfonsina Storni, por los inigualables Borges y Cortázar, por mi Mafalda y sus amigos que ya ni sé los años que llevan haciéndome reír y sonreír, por todo el humor del gran Quino en general, por Sendra y su “Yo Matías”, por Horacio Quiroga y Mª Elena Walsh, por el recién descubierto Sergio Olguín, por José Pedroni, por Bolaño, por todos esos otros los que están por llegar.

Por su Tango y su folklore, que me robaron el corazón para llenarlo de zambas, chacareras, valsecitos, tangos, chamamés, carnavalitos, pericones, caricias de guitarras, latidos de tambores y chulería de bandoneones. Por Atahualpa, Cafrune, José Larralde, Teresa Parodi, mi querida “negra” Sosa a quien debo tanto, los Chalchaleros, Andrés Calamaro, Chango Nieto, Raúl Barbosa, Luna Monti, Raúl Carnota, Eduardo Falú, Víctor Heredia, Piazzola, María Graña, Troilo, Canaro, Discépolo…. Por Carlitos Gardel que, no sé cómo lo hace pero, cada vez canta mejor (No me salgan con lo de la nacionalidad, por favor). Hay muchos más pero la lista sería interminable.

Gracias también por esas “lorzas” que voy acumulando con cariño a los costados gracias al matambre, el vacío y la costilla de los asaditos, las empanaditas criollas, el choripán (¡Ay ese choripán!), los alfajores cordobeses, el chocolate en rama de Bariloche (para saltarse las lágrimas, oiga), las facturas, el dulce de leche…

Pero sobre todo gracias, infinitas gracias Argentina, por los amigos que me regalaste. Por esos amigos que me dan todos los días lo mejor que tienen que es… ellos mismos. Por las conversaciones con las que me enriquecen, por las guitarreadas con las que me hacen disfrutar y aprender, por todas las cosas nuevas que me descubren, por los cálidos abrazos de apoyo y por los de sincero cariño. Por las alegres risas y por las emocionadas lágrimas, por compartir sus éxitos y sus luchas diarias, por su total entrega, por su falta de arrogancia y su exceso de sencillez y naturalidad, por las “tomaduras de pelo” (esta “gallega” aguanta lo suyo no crean), por su sinceridad, por la complicidad de sus miradas y las palabras que no necesitan ser dichas. Porque es tan lindo cerrar los ojos y pensar en ellos cuando están lejos y sentir que el corazón duele de lo mucho que les quieres y les extrañas.

¡Ah! Y no se me olvida: Por mi poncho salteño, mi mate y mis preciosos zapatos de Tango.

Felicidades Argentina y GRACIAS.

 

Tema: "Mis compañeros" – Teresa Parodi.