Abrovechando que he billado un batarro de brimera categoría y que no buedo salir de casa, he embezado a hacer una cosa que quería hacer hace tiembo. Escanear mis Buntos de Libro.
Vale, dejo el cachondeo y escribo en castellano saludable.
Comencé a coleccionar Puntos de Libro hace muchos años cuando una de mis dos librerías de toda la vida en Santander, la desaparecida Hispano Argentina , me premió con uno precioso por hacer un auténtico despilfarro de dinero en una tarde loca.
A partir de ese día, cada vez que compraba un libro escogía un punto de libro para él.
Y no sé cómo he llegado a esta situación pero me he convertido en una auténtica “puntoadicta”. Veo uno y la mano se me va a él como la mano de los niños al chocolate. Los busco en librerías, museos, exposiciones, Internet… Los tengo de todos los tamaños y materiales: cuero, madera, hechos con semillas, de plata, cobre, papel reciclado, metálicos, cerámica… Incluso tengo dos, que me costaron un par de sesiones de diálisis, que son dos óleos sobre lienzo hechos por un pintor parisino que exponía sus obras en la calle en Madrid.
Mis amigos y mi familia saben que me apasionan así que cuando van de viaje siempre se acuerdan de mí y me compran alguno. Algunos de los más bellos y originales que tengo se los debo a ellos.
Voy a tardar unos días en escanearlos todos pero, de momento, os dejo un adelanto. Espero que os gusten.
Vale, dejo el cachondeo y escribo en castellano saludable.
Comencé a coleccionar Puntos de Libro hace muchos años cuando una de mis dos librerías de toda la vida en Santander, la desaparecida Hispano Argentina , me premió con uno precioso por hacer un auténtico despilfarro de dinero en una tarde loca.
A partir de ese día, cada vez que compraba un libro escogía un punto de libro para él.
Y no sé cómo he llegado a esta situación pero me he convertido en una auténtica “puntoadicta”. Veo uno y la mano se me va a él como la mano de los niños al chocolate. Los busco en librerías, museos, exposiciones, Internet… Los tengo de todos los tamaños y materiales: cuero, madera, hechos con semillas, de plata, cobre, papel reciclado, metálicos, cerámica… Incluso tengo dos, que me costaron un par de sesiones de diálisis, que son dos óleos sobre lienzo hechos por un pintor parisino que exponía sus obras en la calle en Madrid.
Mis amigos y mi familia saben que me apasionan así que cuando van de viaje siempre se acuerdan de mí y me compran alguno. Algunos de los más bellos y originales que tengo se los debo a ellos.
Voy a tardar unos días en escanearlos todos pero, de momento, os dejo un adelanto. Espero que os gusten.
7 comentarios:
¡Pero qué vicio tan estupendo, Anjanuca!
Y qué bonitos. Me gustan los de alfombra. Y los de flores secas, y los de técnica china, y los étnicos y los...
Que tengas un magnífico fin de semana y puedas decir adiós al catarro.
¡¡Que guapos anjanuca, yo tambien tengo alguno pero "ande vas a parar" ni "punto" de comparacion.
Cuidate y cura ese catarro.
Un beso.
Hola Anderea. Me alegra que te hayan gustado.
Tejón, la librería estudio los tiene chulísimos. La que más tiene es la librería de la calle Amós de Escalante.
Con permiso voy a darme un lingotazo de leche con miel.
Besucos.
Vaya, son todos preciosos y tienes una gran colección.
Cuídate mucho. Besitos
Hola Mónica, ´nunca he contado los que tengo pero creo que pasan con mucho la centena.
Me cuido, me cuido.
Besucos.
Muy bonita la colección.
He reconocido entre ellos a Mackintosh enviado desde Glasgow!
Musálide, el de Mackintosh fue un regalo muy especial ;)
Besucos, nos vemos en un mes.
Publicar un comentario