lunes, 5 de octubre de 2009

Mercedes Sosa se nos fue.

“Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad
o aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones
han de vivir mis canciones en el alma de los demás”
(Coplas del Payador perseguido)

Recuerdo que era muy joven cuando oí por primera vez un disco de Mercedes Sosa. El disco, cuando aquello de vinilo, se llamaba “Mercedes Sosa en Argentina” lo recuerdo perfectamente porque es el único disco de todos los que tengo que, confieso ahora, he afanado. Ese día descubrí canciones como “Gracias a la vida”, “Como la cigarra”, “Sólo le pido a Dios”… y ese día decidí que yo también quería cantar esas canciones, con Poncho y tambor como ella. ¡Qué ilusa llega a ser la juventud!

Con los años fui adquiriendo todos los discos de la “Negra” Sosa que pude. Y sólo ella consiguió que el dinero ahorrado para comprar un libro fuese gastado en un disco.

Cada vez me gustaban más las canciones de esa argentina que llenaba mi habitación con su voz. Fui indagando y me encontré con que Mercedes Sosa cantaba lo cotidiano, la sencillez de su país y su gente, sus alegrías y sus sufrimientos. Que cantaba por un mundo más justo y equitativo, que le puso voz a la realidad latinoamericana y se la cantó al mundo. Y que por ello fue arrestada y silenciada y tuvo que abandonar su Argentina y marchar al triste, cruel e injusto exilio.

Y entonces comprendí que yo podría cantar sus canciones pero que nunca, jamás, podría hacerlo como ella lo hacía. Descubrí que mi ilusión de juventud era únicamente eso, una ilusión, porque lo que hacía que las canciones la “Negra” Sosa hiciesen brotar todos mis sentimientos a la vez no eran sólo la poesía de las letras o la música. No, señor, no era eso. La magia de Mercedes Sosa era que ella tenía las cuerdas vocales en el alma y hasta su tambor sonaba a latido de corazón. Eso es lo que la ha hecho siempre ser única e irrepetible.

Negra, hoy cada latido de mi corazón es una lágrima. Gracias por todo lo que me has enseñado pero, sobre todo, por haberlo hecho desde la fuerza de la música y la voz.

Descansa tranquila, negrita, lo hiciste perfecto.


7 comentarios:

El tejón dijo...

Me identifico con todo lo que escribes Anjanuca,y tambien me deja muy triste la marcha de mercedes sosa.
Un abrazo.

fermin dijo...

Siempre nos quedará su ejemplo.

Anónimo dijo...

Lo siento, Anjanuca.
No se puede decir con más sentimiento ni mejor.
Un abrazo.

Balovega dijo...

Hola amiga...

Un precioso homenaje para una gran mujer...

Un beso grandote

Almudena dijo...

Hola Tejón, Fermín, Anderea y Balovega.

Perdón por no responderos en su momento, pero este blog ha guardado los tres días de luto decretados por el gobierno argentino en honor a la Negra.

Besucos a los cuatro.

minijuegos dijo...

No se irá nunca

Almudena dijo...

No, minijuegos, lo sé.

Sólo ha ido a una nube a dar una guitarreada con Atahualpa y Violeta.

Gracias por la visita.
Besucos.