martes, 10 de abril de 2012

Al mal tiempo…

Soy de un pequeño pueblo situado en la costa este de Cantabria. Durante siglos tanto mi pueblo como los de alrededor se han dedicado principalmente a la ganadería, la agricultura y la pesca. Hoy en día, como en el resto de las zonas costeras de España, es la industria del turismo la mayor fuente de ingresos de la zona. Aunque en la zona se han construido numerosos hoteles el ochenta por ciento del turismo está formado por familias del País Vasco que han comprado segundas viviendas para disfrutar de fines de semana y vacaciones. El otro veinte por ciento son familias que vienen de tierras calurosas y buscan disfrutar de eso de "dormir con manta". Tanto los unos como los otros (bueno los unos más que para eso son norteños) saben que en el norte puede amanecer un día primaveral precioso y esa misma tarde caer chuzos de punta. Sabido es también que hay Semanas Santas en las que se puede disfrutar de unos días de playa magníficos y otras en las que hay que dormir con las katiuskas puestas.

Viene esto a cuento porque esta Semana Santa ha sido de las últimas: agua y frío de lo lindo. Yo encantada porque para calor y sequía ya voy a pasar bastante a partir de ahora pero, en general, la gente cabreada como una mona y peor: aburrida. Me he inflado a escuchar la frase "Nos volvemos a casa, es que con este tiempo no se puede hacer nada".

Y he estado pensando y creo que tienen razón. Cuando llueve hay muchísimas cosas que no se pueden hacer:

- No puede uno abrigarse, coger el paraguas y salir a dar un paseo.

- No se puede aprovechar para leer.

- No se puede jugar una partida familiar de parchís, damas, y si me apuran en casos extremos tampoco de bingo casero.

- No se puede ensuciar la cocina reparando todos juntos un buen chocolate y unas rosquillas y descubrir que somos unos reposteros de altura.

- No se puede disfrutar de una tarde de cine padres-hijos.

- No se puede reunir a los amigos para saborear un café y deleitarse con un gin-tonic bien conversado.

- No se puede narrar batallitas de "cuando yo tenía tu edad", ni inventar adivinanzas ni contar un cuento.

Lástima de lluvia la de cosas que nos quita de hacer. Menos mal que siempre se puede uno volver a su casa para enchufar a los niños al ordenador o la Play Station y a los padres a las tardes de María Teresa Campos.

Qué lástima me dan los padres y los hijos de hoy que no pueden tener esta maravillosa caja. No saben cuántas tardes de aburrida lluvia solucionó y cuantos buenos momentos en familia nos dio.

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12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me apunto a lo del chocolate y las rosquillas aunque no sean los mejores del mundo.

Bienvenida de vuelta, Anjanuca.

Almudena dijo...

Eso está hecho Anderea.Ya organizaremos una tarde repostera.

Besucos.

Juan Nadie dijo...

Dormir con manta y con pijama.

Efectivamente, cuántas cosas no se pueden hacer cuando llueve, ¿verdad?

¡Esos Juegos Reunidos Geyper! ¡Qué maravilla!

Almudena dijo...

Yo cuando me decían los veraneantes lo de dormir con manta y pijama siempre pensaba "estám tontos". Pues no sabes cómo les entiendo desde que vivo en Mallorca.

Juan Nadie yo aún conservo mis Juegos Reunidos Geyper. Y no les falta ni una ficha.

Besucos.

Cantares dijo...

Si que ge disfrutado los días de lluvia! y los disfruto
Precioso tu post
Besos

chus dijo...

Anjanuca yo tambien soy de un pueblo de la costa de cantabria y vivo en Alicante, me gusta la playa, pero siempre estuve mucho mas morena en cantabria que en Alicante, alli me tapo para dormir aqui me sobra todo. un abrazo

mariano dijo...

Suelo pasarme de vez en cuando por aquí , y el hoy de hoy me ha gustado. Te entiendo perfectamente, todo son pegas y mas si estás de vacaciones. los que vienen a la tierruca han de saber que no está verde porque pìntemos. Y es cierto que muchos padres no saben disfrutar con sus hijos, y esto es peor que la lluvia y el frio.
Un saludo

Jose Antonio dijo...

Qué razón llevas querida amiga, yo ya soy un experto en el pictionary, además mi compañera en el juego Lucía con mis monigotes además de acertar se troncha de risa.

La verdad es que cuando uno viaja desea hacer un plan de ruta en el que el mal tiempo puede hacer mella en todo lo planificado y llevarte a la desesperación.

Recuerdo que siendo los peques aún muy peques fuimos por una semana a una casa rural en tu querida Cantabria y a pesar de pasarlo muy bien, nos quedó ese mal sabor de boca de no haber podido hacer todo lo que teníamos planeado, fue una semana en la que no paró de llover ningún día y ya la habitación nos causaba agobio.

Un abrazo.

Jose dijo...

Menos ir al cine y el gin-tonic,puaggggg,me apunto a lo que sea.A jugar tampoco porque soy un negao para los juegos.El que se aburre es porque quiere ademas teniendo crios en casa ya tiene uno bastante entretenimiento.El que va al norte sabe a lo que va,yo fui a Jaca y entre agua,nieve y frio se me pasaron los tres dias y no me aburri nada.Eso si monte el tren electrico de mi nieto tropecientasmil veces.
Besos,y quien se queje del clima del norte en el Sahara no llueve...

Almudena dijo...

Cuando se aprende a difutar de la lluvia, Cantares, se descubre un mundo de posiblidades ¿verdad?

Chus, me ocurre exactamente lo mismo que a tí. Aquí no se puede ir a la playa pasadas las 11 de la mañana salvo que quieras morir a la brasa.

Si Mariano, por lo general los padres modernos han perdido la comuniación familiar en favor de las telecomunicaciones. Eso si que es frio.

¡Uy Senovilla! yo también me troncho jungando al pictionary. Hombre yo entiendo que encerrados en la habitación de un hotel con niños es complicado pero estando en tu propia casa... imaginación señores que se está perdiendo.

Pues eso creo yo JM, que el que va al norte sabe que tiene bastantes puntos a favor del paraguas. Por eso van ¿o no?.

Besucos a todos.

Turulato dijo...

Me he quedado recordando tras leer tus palabras. Y .. Caminar despacio del Brusco al Buciero por la arena de Berria, por la tarde, mientras llueve mansamente y pares recuerdos. O recorrer el Pasaje hasta San Martín y ver que ya no está el Balneario. Y sentir que ...

Almudena dijo...

¡Ay ese paseo desde por el Pasaje hasta San Martín...! Ahora los recuerdos me los trajiste tú a mí, Turulato. Hermosos recuerdos de mis años de estudiante en el Patronato.

Beucos.