sábado, 30 de abril de 2011

Adiós a Don Ernesto Sábato.

Triste acaba el mes de abril. Hoy ha fallecido el gran humanista y excelente narrador argentino Ernesto Sábato.

sabato

“Jueves en el café de la vuelta.

Ayer por la tarde, después de volver a corregir una de las conferencias, caminamos unas cuadras y ya con frío entramos a un bar del viejo Madrid. No más pasar la puerta me ensordece el alegre griterío, el humo y las risas que rebalsan el local; con dificultad avanzo hasta sentarnos contra una pared como para tener donde atrincherarme. Es un café típico, quiero decir típico de antes, de cuando lo moderno aún no había hecho estragos en España.

Éste es un reducto anticuado, con mesas de madera y sillas tipo Viena, percheros de hierro y lámparas que parecen de opalina. A un lado, la barra repleta de parroquianos que vociferan a los gritos sus preferencias en el fútbol.

Después de una breve pero ardua lucha con mi carácter molesto, impaciente, nervioso, intolerante, rescaté mi lado observador y me dispuse a gozar de los madrileños en su caldo. Lo primero que sorprende es ver en las mesas a familias enteras, algo impensable en Buenos Aires. Hay abuelos, hijos jóvenes, nietos, sin problemas generacionales ni historias. Todos hablan a la vez y a los gritos.

Los miro y más me doy cuenta de que están todos de fiesta, que la vida es para ellos una fiesta, podrían decirme: “vea tío, mejore la cara, pues, aquí se viene a celebrar”. Y me río al pensarlo, tan distintos de mí, ¡tan distintos de mi educación severa! ¿Quién de nosotros se hubiera atrevido a hablar y reír sin reparos delante de nuestro padre?

Hay marcas que son estigmas. Durante mi infancia era sonámbulo y tenía permanentes pesadillas; con los años, con vergüenza y dolor, reconocí que la pesadilla consistía en verme sentado, a solas, con mi padre. ¿Quién hubiera osado reírse de él, o tocarle un papel, o aunque más no fuera a hacerle una pregunta personal? Así me crié hace muchos años.

Volví a mirarlos a ellos, a estos madrileños que gritan y se ríen, como corresponde al auténtico sentido de fiesta, todos juntos, nadie se molesta, podría decirse que todos son un mismísimo ruido.

Miro cómo se tocan, se gritan, se abrazan. Y pienso si esta manera de ser celebratoria, festiva, no es una de las tantísimas riquezas que España debe a los musulmanes, quienes no tienen una experiencia cerrada de “lo privado”, bien separada de “lo público”, como nosotros, occidentales. (Por eso en España son tan distintos los andaluces, los vascos, los catalanes.)

Los miro con envidia de la buena. El sentido crítico, el miedo al ridículo, al papelón, me han privado desde siempre de esta natural cofradía familiar, amistosa. De una experiencia así, tan valiosa. Por un momento pienso si no podría pedirles a alguno de ellos que nos inviten a su mesa; y es seguro que lo harían.

Finalmente me puse a escuchar lo que se decían unos a otros que, como dije, es cosa por lo demás accesible, más bien lo difícil es evitar oírlos. De inmediato comprobé que los madrileños en las mesas no discuten “ideas” en el sentido serio, grave de la palabra, la de ellos no es una reunión en torno al “ágora”, esa pretensión tan porteña, sino en torno a lo bueno de cada día.

No para discutir o arreglar el mundo, sino para hablar de ellos, de la gente, de sus cosas cotidianas."

"España en los diarios de mi vejez" – Ernesto Sábato.

Queda usted en el diario de nuestra memoria, Don Ernesto.

12 comentarios:

ELILUC dijo...

Una entrada hermosa en homenaje a Ernesto Sabato.
un abrazo

Cantares dijo...

Estoy llorando, además del escritor se fué alguien que iluminaba con su lúcido pensamiento.
Don Ernesto se va tergiversado por algunos seres oscuros que quieren reescribir la hitoria.
Precioso tu homenaje.
QEPD
Besos

Almudena dijo...

Mery, gracias por tu visita.

Cantares es cierto lo que dices, Sábato era la luz del pensamiento.

Besucos.

Juan Nadie dijo...

Vaya, no nos dan ni un respiro...
Enorme escritor, Sábato. Descanse.

Almudena dijo...

Enorme escritor y enorme persona, Juan Nadie. Su sentatez y su lucidez eran de admirar.

Besucos.

Pato dijo...

Hermoso relato de Sábato, ya ves le ha llegado el momento de irse junto a Matilde su esposa de toda la vida, junto a su hijo muerto, con 99 años todo lo que ha vivido, un siglo de lucidez y de simpleza.
Lo admiro tanto, me ha dado tanto en sus escritos que no muere para mi, pasa a otro plano nada mas.

Un abrazo.

Almudena dijo...

Pato, supongo que Sábato quedará en la memoria de toda Argentina. Es cierto que personas como él no desaparecen por completo pero yo siento que se está cerrando un ciclo de grandes Escritores, así con mayúsculas, y de grandes Pensadores y no veo que esté comenzando otro ciclo.

Besucos.

Anónimo dijo...

Un abrazo, Anjanuca.

Yo aún he de descubrirle más. Lo que sé de él me gusta. Mucho.

Es triste.

ILONA dijo...

Descanse en paz Ernesto Sábato.

Anjanuca, cuando ayer me enteré de su muerte, me vino precisamente a la mente esa idea que apuntas, que una generación de escritores indispensables se nos va, y no encuentro sustitutos posibles.

Un abrazo.

Pato dijo...

Sabés que eso que decís sobre el final de un ciclo de gente realmente genial, yo a veces siento lo mismo, pero a la vez pienso que hombres y mujeres geniales han habido siempre. Han pasado las épocas y han ido surgiendo y retroalimentándose y construyendo y formando y reformando el pensamiento, el conocimiento, el arte...Tal vez hoy tenga un lapsus de optimismo y crea que algo bueno puede venir, no sé. Es verdad que hay mucha cosa vulgar y una estética puramente comercial que abunda, pero todos estos grandes maestros han sembrado sus semillitas, tené fe y paciencia, han de venir sus retoños, quien te dice ya muchos anden por allí escribiendo, creando, pensando y todavía no han encontrado el lugar donde expresarse.
Organizo un encuentro de poetas mensual en un lugar muy especial, una casona antigua con mucho encanto y allí se reúne gente muy diferente entre sí, pero cuyo único interés es comunicar su poesía, su música, su arte y a veces te encontrás con gente desconocida o conocida por muy pocos y te preguntás cómo es que no está publicando o dándose a conocer. Y cuando empezás a indagar ves que no es tan fácil. Las editoriales por lo general van a lo seguro, editan lo que mas vende, lo que tiene salida rápida. Y hay muchos escritores que no son fáciles, tenés que detenerte en ellos, entenderles su mensaje, decodificarlos. Y eso lleva tiempo y dinero. NO sé si las editoriales estan dispùestas a perder tiempo en ellos. Estos maestros creo que vivieron una época donde todavía el libro no era un bicho raro. Y donde se apostaba a la inteligencia, al saber, a tipos que eran grandes lectores y por ende grandes escritores.
Hoy esta todo muy facilitado, hoy se venden muchos libros de autoayuda y con el pensamiento digerido, como si fuera papilla de pensamiento. Otro piensa por vos y te lo cuenta. Y eso vende, mucho mas que un poeta nuevo al que hay que decodificar para llegarle al fondo. Eso da trabajo, eso lleva tiempo, y no hay tiempo. La mayoría de la gente lee o consume cosas que no le hagan pensar mucho, ni que les demande mucho esfuerzo. Entonces lo que pareciera abundar es la nada.
Creo en editoriales independientes que todavía buscan eso que nosotros sentimos que falta. Yo creo que si hay sustitutos, aunque no los vea en la feria del libro que se está haciendo en Buenos Aires, ni en los estantes de las mejores librerías. Todavía en esos lugares uno va a lo seguro.
Creo que estamos en un momento de transición, de crisis cultural y esos momentos son los mejores para que surjan grandes artistas.

No se que me pasó, pero me diste unas ganas de hablar de esto enormes.

Ahh, te estaba contando de esos encuentro de poetas que dimos en llamar El Club Atlético de Poetas, un día sube un chico joven, 22 años por ahí. NO SABÉS LO QUE FUE ESCUCHARLO, un poeta tucumano o catamarqueño, del interior, con un lenguaje alucinante, una música entre sus versos que nos fascinó a todos los que estábamos...
El último encuentro sucedió lo mismo con una poeta chilena. Nos conmovió.
Por eso tal vez este optimismo inusual en mi que soy un bajón y veo siempre todo negro,majjajaj!

Besos de domingo, ahora me voy a leer el artículo de esta escritora que te prometí leer con unos matecitos-. ideal para el día de hoy, gris y frío, nada mejor que una buena lectura.

Perdón por el comentario laaaaargo, pero me copé y no tengo ganas de revisarlo, sale así como pan caliente, como si estuvieramos hablando.

Chau!!

Pato dijo...

Sigo.

He aquí una ploma: Yo.

Termino de leer el discurso de Ana María matute, discurso que quise copiar para dárselo a mi ahijada que es una niña de 13 años que escribe muy bien. Y no pude, ya lo buscaré y se lo haré llegar.

Voy a lo siguiente y a que me voy henchida de entusiasmo: siempre nacerán "inventadores" siempre habrá alguien inventando flores que no existen, y siempre del otro lado estaremos los creyentes de esos grandiosos inventos literarios.
Ojalá las editoriales también crean eso necesario.
Creo que esa es la patita que está faltando.
Es la economía la que manda, no la falta de poetas, la ausencia de inventadores de "azardúes"

me voy contenta :)
y con unas inmensas ganas de sentarme a escribir (tranquila no seguiré aquí ajjaja)
Besos.

Almudena dijo...

Interesante lo que dices Pato. Dame unos días para organizar las ideas y haré una entrada sobre el tema.

De ploma nada, a mi esto me encanta. Y tu razonamiemto a mi pesimismo es muy bueno y sensato.

Besucos.