miércoles, 26 de noviembre de 2008

Unamuno Vs Rubén Darío.




Parece ser que allá por el 1900, el poeta Rubén Darío que estaba preparando un artículo de elogio hacia Miguel de Unamuno, leyó en un diario madrileño que le entregó Valle Inclán, un artículo de Unamuno sobre su persona. En dicho artículo, Unamuno decía, entre otras lindezas, que al poeta nicaragüenses aún se le veían las plumas que de indio que llevaba dentro de sí.

Rubén Darío, todo un señor, envía la siguiente nota a Unamuno: “Admirado señor: He leído su artículo. Yo había escrito antes otro sobre usted, sobre su obra. Ahí va. Quiero decirle que yo remito hoy mi trabajo a Buenos Aires, para publicarlo en La Nación, sin quitarle ni añadirle una coma, con la constancia de mi admiración rendida hacia todo lo que usted ha producido. Y firmo esta carta con una de las plumas de indio que, según usted, aún llevo dentro de mí.”

Pasados unos meses de la publicación de dichos artículos, Unamuno se encuentra en la calle con Valle Inclán y le comenta lo sucedido (hechos que el gallego ya conocía) y lo desconcertante de la situación.

Valle Inclán se exalta y le contesta:

«El suceso, amigo don Miguel, no tiene nada de notable y mucho menos de desconcertante. Es, sencillamente, el resultado del enfrentamiento de dos sujetos diferentes y opuestos. Es una realidad natural. Ustedes no han nacido para entenderse, porque Rubén y usted son antípodas. Verá usted: Rubén tiene todos los defectos de la carne: es glotón, bebedor, es mujeriego, es holgazán, etc. Pero posee, en cambio, todas las virtudes del espíritu: es bueno, es generoso, es sencillo, es humilde, etc. En cambio, usted almacena todas las virtudes de la carne: es usted frugal, abstemio, casto e infatigable. Y tiene usted todos los vicios del espíritu: es usted soberbio, ególatra, avaro, rencoroso, etc. Por eso, cuando Rubén se muera y se le pudra la carne que es lo que tiene malo, le quedará el espíritu, que es lo que tiene bueno, ¡y se salvará! Pero a usted, cuando se muera y se le pudra la carne, que es lo que tiene bueno, le quedará el espíritu, que es lo que tiene malo, ¡y se condenará!».

“Desde entonces, Unamuno anda muy preocupado”. O al menos eso era lo que decía Don Ramón mientras se mesaba las barbas.

martes, 25 de noviembre de 2008

En homenaje a todas las mujeres que han sufrido y sufren algún tipo de violencia.


domingo, 23 de noviembre de 2008

¿Pero qué ha pasado aquííí????

Desde que tengo uso de razón y la lectura se convirtió en mi pasión he ido recortando todos los artículos, notas, avisos, anuncios, citas, refranes, etc. Que me llamaban la atención o que me gustaban. Los papeles se iban acumulando y empecé a guardarlos en un cofre de madera y cuero que compré expresamente para ello.

Comencé este blog con la intención de empezar a ordenar esos pequeños tesoros guardados en el cofre. Pero una amiga me animó a abrir las puertas de mi blog al mundo y también a escribir en él. Esto último me cuesta más porque hacía tanto que no escribía que creo estoy oxidada.

Y así, una vez abiertas las puertas de mi casa a toda persona amiga que quiera tomar un café… comenzaron a llegar opiniones de unos poquitos amigos. No son muchos pero, son selectos. Y no me importa que no haya muchos comentarios en mis entradas pues la finalidad de esta casa no es subir puestos en las listas de Internet. No, la intención es compartir mis lecturas y mis opiniones y que quien entre en Telxínoe disfrute y se sienta a gusto, y si es posible que exprese las suyas eso si, siempre dentro de las normas de la educación y el respeto hacia todos los demás. O que calle y no diga nada, no es necesario decir nada, pero que disfrute, que se sienta cómodo.

Hoy, después de un fabuloso fin de semana en mi tierruca, entro en Telxínoe para poner una nueva entrada y…. ¡Sorpresa! tengo 23, VEINTITRES, mensajes esperando a ser publicados. ¿Pero de dónde habéis salido? ¿Quiénes sois? ¿Cómo me habéis descubierto?

Llevo un “ratito” investigando y por fin. Ya he descubierto quiénes y de dónde venís y os voy a guardar el secreto porque el proyecto me parece maravilloso.

Y el objetivo conseguido, ha sido una gran sorpresa, una forma de rematar un fin de semana que, ya era muy especial, y que ahora se ha convertido en único.

Por eso, dejo a parte la entrada que quería poner hoy y escribo estas líneas dedicadas a vosotros. Os las merecéis. GRACIAS Fermín, Senovilla, Amio Cajander, LC, Eulogio, Darkmanburt, m4n010, María, Public Enemy, Chito, Anderea, silicongirl, Toni1004, Eugenio Manuel, Jimmy y Javier.
Creo que no me he olvidado de ninguno, si es así, admito tirones de orejas.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Si me quieres - Dulce Mª Loynaz

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!

viernes, 14 de noviembre de 2008

CICALE

Un grupo de amigos hablábamos hace unos días de las personas que, a causa de un accidente o una enfermedad, han perdido alguna de sus capacidades físicas. Hablábamos de casos concretos, conocidos o anónimos, de cómo le tienden la mano a la vida a pesar de sus nuevas condiciones incluso a veces con ayuda de las mismas. Todos estábamos de acuerdo con que estas personas son auténticas heroínas y empezamos a divagar en cómo reaccionaríamos nosotros ante un cambio tan radical en nuestras vidas. Nadie estaba muy convencido tener esa fortaleza aunque tampoco descartábamos que la tuviésemos oculta y que podría salir a la luz en un momento dado.

Ya en casa, andaba dándole vueltas al tema y me dio por pensar qué haría en caso de que algún día me quedase sin vista. El tema de saber defenderme y tener que adaptarme a depender de otros sentidos no me parecía muy difícil. Supongo que la ONCE me ayudaría a aprender a desenvolverme por mi misma en la medida de lo posible. Pero si había algo a lo que creía y creo que no podría superar: dejar de leer. ¿Se acabaría, no volvería a poder leer? Porque ya sé que hay libros en braile pero ¿cuántos se publican? ¿En qué librería se venden, o se sacan de alguna biblioteca?

Así que me metí en Internet a buscar las alternativas de lectura que hay para una persona total o parcialmente ciega. Y pinchando aquí y allá… encontré esta maravillosa biblioteca argentina.

El argentino Don Carlos Lima Coimbra fue afectado por una grave enfermedad que lesionó seriamente su visión. Avido lector, poseía una biblioteca personal con más de 1500 libros, no se resignó a no volver a disfrutar de la lectura lo que le llevó a tener la idea de crear una biblioteca de libros leídos en audio con tecnología en archivos WAV y MP3.

A partir de esta idea el 29 de septiembre de 2005 se inscribe en el registro Municipal de Bienes de Interés Público de la Municipalidad Vicente López (Argentina) CIDALE, una asociación sin ánimo de lucro, dirigida en primer lugar a personas con deficiencias visuales o con dificultad para acceder a los libros impresos. Hoy en día los audios de la biblioteca están disponibles a toda la población argentina.

La biblioteca es accesible a todas las edades su repertorio es amplio: infantil, juvenil, novela, poesía, cuento, teatro, aventura, ciencia ficción, intriga… De momento, sólo posee títulos en castellano e inglés pero no se descarta ir ampliando los idiomas.

Las obras son leídas por narradores profesionales, algunas incluso por sus propios autores. Algunos de los autores colaboradores con la biblioteca han sido Mario Benedetti, Borges y Neruda. Como en cualquier otra biblioteca, los audios libros se prestan y se pueden recoger tanto personalmente como solicitar que los envíen a una dirección. En este último caso, el envío es por correo y gratuito. También se pueden escuchar, de forma gratuita, en la misma biblioteca ya que disponen de equipos de audio para ello.

Recomiendo que entren en su Web (www.cicale.org.ar) y se entretengan un ratito. Además mientras leen su historia y sus proyectos pueden escuchar un cuento.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Belleza natural.


Un sacerdote estaba a cargo del jardín dentro de un famoso templo. Le habían dado el trabajo porque amaba las flores, los arbustos, y los árboles.

Al lado del templo había otro templo más pequeño donde vivía un anciano maestro.

Un día el sacerdote ponía especial cuidado en el arreglo del jardín, pues había sido avisado de la visita de unos honorables huéspedes. Arrancó las malas hierbas, podó los arbustos, peinó el musgo y retiró todas las hojas secas caídas de los árboles a causa del otoño. Mientras trabajaba, el viejo maestro lo observaba desde el otro lado del muro.

Cuando hubo terminado, el sacerdote, admirando su trabajo comentó: ¿no es hermoso?

El viejo maestro respondió: Si, pero hay algo que falta. Si me ayuda a pasar al otro lado del muro le ayudaré a poner orden.

El sacerdote le ayudó a pasar al jardín. Lentamente el maestro se dirigió a un árbol, lo agarró por el tronco lo sacudió. Las hojas cayeron esparciéndose de nuevo por todo el jardín.

“Ya está, dijo el maestro, ahora puede usted volver a ponerme en mi sitio”.

(Anónimo)

viernes, 7 de noviembre de 2008

Mil soles esplendidos - Khaled Hosseini.


"Laila contempla a la pequeña, que cose mechones de hilo en la cabeza de la muñeca. En unos cuantos años, la niña se habrá convertido en una mujer que no exigirá grandes cosas de la vida, que jamás supondrá una carga para nadie, que jamás revelará que también ella tiene penas y decepciones, y sueños que han sido ridiculizados. Será una mujer resistente, fuerte como una roca en un río, sin quejarse, sin que las aguas turbulentas consigan enturbiar su gentileza, sino meramente conferirle forma. Laila descubre algo en los ojos de esta niña, algo muy profundo que ni Rashid ni los talibanes conseguirán quebrar. Algo tan duro como un bloque de piedra caliza. Algo que, al final, será su perdición y la salvación de Laila.

La pequeña levanta la cabeza. Deja la muñeca sobre la mesa. Sonríe."

jueves, 6 de noviembre de 2008

Florbela Espanca (1894 - 1936)

Que importa o mundo e as ilusões defuntas?...
Que importa o mundo seus orgulhos vãos?...
O mundo, Amor?...
As nossas bocas juntas!...