"Laila contempla a la pequeña, que cose mechones de hilo en la cabeza de la muñeca. En unos cuantos años, la niña se habrá convertido en una mujer que no exigirá grandes cosas de la vida, que jamás supondrá una carga para nadie, que jamás revelará que también ella tiene penas y decepciones, y sueños que han sido ridiculizados. Será una mujer resistente, fuerte como una roca en un río, sin quejarse, sin que las aguas turbulentas consigan enturbiar su gentileza, sino meramente conferirle forma. Laila descubre algo en los ojos de esta niña, algo muy profundo que ni Rashid ni los talibanes conseguirán quebrar. Algo tan duro como un bloque de piedra caliza. Algo que, al final, será su perdición y la salvación de Laila.
La pequeña levanta la cabeza. Deja la muñeca sobre la mesa. Sonríe."
2 comentarios:
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Bienvenido Eulogio,
Ya has comentado...
Un besuco.
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