Cuando crezcas
no recordarás
cómo era el grosor
de tus labios
en la noche;
no sabrás
que tus ojos se cerraban
y detrás siempre había
un ansia de felicidad;
ni que la pequeña luz
que ilumina tu habitación,
me permitía descansar,
pensando que vendrías
a verme por la mañana.
Cuando crezcas
sólo yo sabré
cómo era tu cara
riendo;
que tus ojos
me buscaban
para jugar
por las tardes.
Cuando crezcas
no recordarás
que hubo un tiempo
en el que yo era quien más sabía,
de quien más esperabas.
Cuando crezcas
todos estos recuerdos
me permitirán
seguir soñando
con Dios sabe qué estrellas.
Francisco Jimeno Sanz nació en Madrid en 1954. Desde 1977 reside en Cantabria, primero en Castro Urdiales y posteriormente en Santander. Es licenciado en Filología Hispánica y Diplomado en Filología Inglesa. Profesor de secundaria de lengua y literatura, ha realizado diversos trabajos de investigación educativos relacionados con la Unión Europea. Alguno de sus poemas han sido publicados en diferentes revistas literarias de ámbito nacional. En la actualidad ejerce la crítica literaria en foros regionales.
El poema "Cuando crezcas" pertenece al poemario "Palabras en la tarde" publicado en 1995.
Foto: Anne Gedges.
9 comentarios:
Como me gustaría saber entrelazar así las palabras par expresar lo mismo que el poeta expresa, porque hago mías esas sensaciones, si, las hago mías.
Un abrazo, Anjanuca.
¡¡¡Que bonito!!!Me ha llegado Anjanuca.
¿No será Fermín que llegando a cierta edad lo experimentamos en nuestras propias carnes?
Un abrazo,a los dos.
Fermín yo envidio el talento de quien sabe dibujar los sentimientos en palabras.
Tejón, me llegó a mí como hija así que supuse que los que sois padres lo sentiríais más profundamente.
El poemario lo podéis encontrar en la librería estudio. Os lo recomiendo, no tiene desperdicio.
Un besuco a los dos.
es duro ser padre a la vez que se es hijo...
precioso... gracias!!!
No sé Amio, de momento, sólo soy hija. Pero puedo ponerme en el sitio de mis padres para entender muchas cosas.
Besucos.
Muy tierno poema.
Con esta poesía voy feliz a la cama, con "hambre", pero feliz.
Un abrazo.
Senovilla, supongo que si el poema lo hubiese escrito un hijo, en vez de un padre, acabaría con algo así como:
Cuando no estéis
todos vuestros recuerdos
nos permitirán
seguir soñando
con Dios sabe qué estrellas".
Psch, cuando todos estén dormidos, ve en silencio hasta la nevera (no me chivaré).
Buenas noches.
Publicar un comentario