Todavía conservo la imagen de la gente del pueblo llegando al atardecer, después de una dura jornada de trabajo en el campo, para reunirse en el bar a tomar un vino, las mujeres tomaban mosto por supuesto, y comentar las novedades del día.
Nos contaba mi padre que uno de los hechos históricos más importantes de mi pueblo fue aquel en que se instaló en el bar la primera y única televisión de lugar. ¡Imagínense! ¡¿Cómo hacían para meter a toda esa gente en esa caja?! Sería buena idea hacer un libro de todas las anécdotas que aquel diabólico aparato provocó.
Pero hoy nos vamos a centrar en un día clave en la historia de nuestra televisión. La llegada del hombre a la luna. Ahí es ná. ¡Vamos hombre, eso es imposible! Que el tipo ese disfrazado de mamarracho y dando saltitos cual canguro australiano estuviese en la luna… ¡Eso no hay quien se lo crea! El gobierno ya no sabe qué inventarse para tenernos distraídos de lo que pasa en el país. Aunque, dice mi padre muerto de risa, que algunos sí que se lo creyeron porque si lo dice la tele será verdad ¿no? Además el Telediario es una cosa seria, aquí no hacen bromas. Unos que sí, que era cierto, otros que no, que era imposible. Hubo de todo.
En si el hombre había pisado la luna o no, había ciertas dudas, pero en lo que todo el mundo estaba de acuerdo era en lo de la comida de los astronautas. Eso si que era imposible. Vamos a ver, ¿les iban a hacer creer a ellos que estos aventureros espaciales comían lo mismo que ellos pero en pastillas? ¡Anda ya! ¿Cómo se mete un plato de alubias con morcilla o unos buenos huevos fritos con chorizo en una pastilla? Hombre, una cosa es una cosa, y otra cosa es otra. Por ahí no tragaba nadie, que somos de pueblo pero no tontos.
Hoy 13 de julio de 2009, cuarenta años después de la llegada del hombre a la luna, parece ser que todavía hay quien tiene sus más y sus menos al respecto. Por eso nuestro querido amigo Eugenio Fernández Aguilar ha decidido publicar un libro que nos ayudará a depejar dudas sobre el tema. El libro se titula “La conspiración lunar. ¡Vaya timo!” y está a la venta desde hoy en www.laetoli.net/col_timo.htm .
Yo voy a hacer mi pedido ahora mismo, sobre todo para que me aclare lo de la comida. Una es, entre otras cosas, ama de su casa y le preocupa la salud de estos chicos espaciales, así que espero que Eugenio haya dedicado un apartado al tema. Si no es así, le propongo el próximo título “Jornadas gastronómicas en la luna. ¡Vaya timo!”.
Eugenio, te daré mi opinión en cuanto lo haya leído, pero de momento sólo te puedo prometer que le voy a leer con cariño y con el orgullo de saber que es un libro escrito por un amigo.
Te deseo el mejor de los éxitos.
8 comentarios:
Que buena pinta tiene este libro que recomiendas voy a ver si lo compro ahora mismo.
Un beso sanferminero.
Qué, Senovilla ¿intrigado con el menú espacial?
Pues venga a comprarle, que además es un libro baratito. Cosa de agradecer hoy en día.
Besucos.
pues me ponga una mariscada en comprimidos...
Holaaaaaa...
Preciosa entrada mi querida amiga, también yo quiero saber el menú espacial, y quien sabe quizá deje de hacer comidas en casa.. jjeje...
Miles de gracias por tu felicitación y por el magnifico regalo, lo vi en en trabajo y ahora lo he vuelto a ver.. La flor la tengo la puse en agua y la guardaré con todo el cariño del mundo...
Te quiero niña.. eres una gran persona y te deseo lo mejor en este mundo... gracias
Miles de besotessssssssssssss.. felices sueños
Balo, la cocina es un arte y un placer. Y hasta puede ser erótica y sensual :) Pero dos aspirinas es un platooooo...pues no.
¡Amio, por favor! Un gallego de pro como usted pidiendo mariscadas en comprimidos, vamos hombre. Me imagino en el mercado da pedra pidiendo un ostracetamol y una necorinina, ¡hasta ahí podíamos llegar!
Un besuco a los dos, ¡ah! y no os olvidéis de comprar el libro.
Me parece una entrada de lo más bonita y sincera. Gracias.
Yo era un crio cuando "llegó" el hombre a la luna, y recuerdo un paisano nuestro Anjanuca, de aquellos con la boina hasta las orejas,que decía que el no se lo creía porque si la luna era como una bombilla, como se iba a posar aquel "aparato" encima sin romperla.Jejeje.¿Que te parece la teoría?
Me gustó mucho la entrada.
Jajaja muy lógico, Tejón, casi tanto como aquel de mi pueblo que vió a John Wayne en una película y decía que no podía ser porque él había visto como le mataban la semana anterior en otra.
Besucos.
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